El pájaro puede ser un ibis, a menudo sacrificado por los antiguos egipcios al dios Thot.

Frederic Gleach, profesor principal y curador de las Colecciones de Antropología, coloca al pájaro momia, que se cree que es un ibis sagrado, una especie que los egipcios comúnmente momificaban debido a su asociación con la muerte y Thot, el dios de la sabiduría y la magia. Crédito: Cornell.

Una momia de ave, olvidada durante mucho tiempo en un depósito y mal etiquetada como un halcón, finalmente está recibiendo su merecido reconocimiento luego que unos investigadores echaran un vistazo digital dentro de sus envolturas.

Los científicos descubrieron que la momia de 1.500 años de antigüedad no es un halcón, sino probablemente un ibis sagrado (Threskiornis aethiopica) —un ave zancuda con patas en forma de zancos y un pico largo y curvo que los antiguos egipcios solían sacrificar a Thot, dios de la sabiduría, la escritura jeroglífica, la ciencia, la magia y las artes—.

«No solo fue una vez una criatura viva que la gente de la época pudo haber disfrutado viendo pasear por el agua», dijo en un comunicado Carol Ann Barsody, estudiante de maestría en arqueología en la Universidad de Cornell, quien encabezó el proyecto. «También fue, y es, algo sagrado, algo religioso».

Thot es usualmente representado como un hombre con cabeza de ibis. En ocasiones porta un pincel y una tablilla de escritura, con los cuales anota los pensamientos, palabras y actos de los seres humanos, para pesarlos en su balanza. Suele llevar también el Anj en una de sus manos.

La Universidad de Cornell no tiene registro de la llegada de la momia a sus colecciones. Barsody inicialmente sospechó que llegó como parte de un cargamento de objetos de 1884, que incluía a la momia humana Penpi, un escriba tebano. Sin embargo, después de investigar más, descubrió que ningún otro artefacto egipcio llegó con Penpi.

La experta ahora cree que la momia fue parte de una donación de 1930 de un ex alumno de la institución, John Randolph —aunque todavía está jugando a la detective para determinar los verdaderos orígenes—.

Escaneo de la momia

Barsody trabajó en Cornell como empleada en el Centro de Licencias Tecnológicas y, mientras estudiaba arqueología, se interesó en la momia como un caso de estudio sobre cómo se podría usar la tecnología para desentrañar el misterio.

Fue así que decidió aprender todo lo que pudiera sobre la momia sin molestar al animal que estaba dentro. Junto con Frederic Gleach, profesor titular y curador de las Colecciones de Antropología de Cornell, llevó a la momia de 942 gramos a la Facultad de Medicina Veterinaria, donde se sometió a una tomografía computarizada para determinar que, de hecho, era un pájaro. El escaneo reveló que una pata se había fracturado antes del proceso de momificación y que aún se conservaban plumas y tejidos blandos. También pudieron discernir que el pico roto del ave había ocurrido después de la momificación.

Luego, la pareja consultó a Vanya Rohwer, curador de Aves y Mamíferos en el Museo de Vertebrados de Cornell, quien identificó los restos como los de un ibis. Esto no fue demasiado sorprendente, ya que los ibis en el antiguo Egipto se criaban en grandes cantidades debido a su popularidad, particularmente en su uso como ofrendas.

Inicialmente, esta momia en particular dejó perplejo al equipo por la forma en que los antiguos egipcios habían preparado el ave. Al examinar la tomografía computarizada, no pudieron ver cómo se había doblado el ave en su forma actual. Fue solo cuando usaron la colección de estudio de pieles y esqueletos del museo, copiando cuidadosamente la forma del ave encajando las piezas, que pudieron concluir que la cabeza del ibis había sido torcida y doblada contra su cuerpo. También se extrajo el esternón y la caja torácica —una práctica que no es común entre las momificaciones de aves—.

Frederic Gleach (a la izquierda), Carol Anne Barsody y Vanya Rohwer, curador de aves y mamíferos en el Museo de Vertebrados de Cornell, reconstruyen la forma del pájaro momia con el esqueleto de un ibis sagrado. Crédito: Cornell.

Ave venerada

El ibis era un ave que se originó en África y fue venerada no solo en el antiguo Egipto sino también en Grecia y Roma, según AviBirds. Thot fue representado regularmente con un cuerpo humano y la cabeza de un pájaro con un pico largo. Se han encontrado millones de ibis en las necrópolis egipcias, de acuerdo a un estudio de 2019 publicado por la revista Plos One.

Actualmente, Barsody está trabajando con Jack Defay, un estudiante de ingeniería eléctrica e informática en Cornell, para escanear la momia y construir un modelo 3D virtual del ave.

Carol Anne Barsody escanea el pájaro momia en busca de un modelo 3D que se incluirá en una exhibición multisensorial que planea realizar en octubre. Crédito: Cornell.

Este pájaro ha «tenido múltiples vidas», dijo la estudiante. «Veo lo que estoy haciendo como otra forma de extender su increíble vida».

Barsody pronto lanzará un sitio web, www.birdmummy.com, que se centrará en el uso de la momia para aumentar el alcance educativo del museo. También planea inaugurar una exposición del ave, su modelo 3D y un holograma en el Museo de Arte Herbert F. Johnson de Cornell en octubre.

Fuente: Universidad de Cornell/Live Science. Edición: MP.

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