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La tormenta más grande del sistema solar tiene unos 480 kilómetros de profundidad.
En Júpiter se ha estado gestando una tormenta durante más de 300 años. Conocida como la Gran Mancha Roja, esta región arremolinada de alta presión es claramente visible desde el espacio, abarcando una región en la atmósfera de Júpiter de más de 16,000 kilómetros de ancho, aproximadamente una vez y un cuarto el diámetro de la Tierra.
Pero hay más en la hercúlea tempestad de lo que parece... Según dos nuevos estudios publicados en la revista Science (aquí y aquí), la Gran Mancha Roja de Júpiter también es extraordinariamente profunda, y se extiende hasta 480 km en la atmósfera del planeta —o aproximadamente 40 veces el punto más profundo de la Tierra, la Fosa de las Marianas—.
Eso es mucho más profundo de lo que esperaban los investigadores, con el fondo de la tormenta extendiéndose muy por debajo del nivel atmosférico donde se espera que el agua y el amoníaco se condensen en nubes, escribieron los investigadores. Las raíces profundas de la tormenta sugieren que algunos procesos aún desconocidos vinculan el interior de Júpiter y la atmósfera profunda, provocando intensos eventos meteorológicos en escalas mucho más grandes de lo que se pensaba anteriormente.
«Estamos obteniendo nuestra primera comprensión real de cómo funciona la hermosa y violenta atmósfera de Júpiter», dijo en un comunicado Scott Bolton, investigador principal de la Misión Juno de la NASA y autor principal de uno de los nuevos artículos.
Ambos estudios se basaron en observaciones de la sonda Juno de la NASA, que entró en la órbita de Júpiter en 2016 y desde entonces ha completado 36 sobrevuelos del gigante gaseoso de casi 140.000 km de ancho. En un estudio, los científicos examinaron la Gran Mancha Roja utilizando el radiómetro de la sonda, una herramienta que detecta las microondas emitidas desde el interior del planeta—. A diferencia de la radiación de radio e infrarrojos, las microondas pueden atravesar la gruesa capa de nubes.
Al estudiar las emisiones de microondas que atravesaron la Gran Mancha Roja, los autores del primer estudio determinaron que la tormenta se extiende a más de 350 km de profundidad.
El segundo estudio encontró que la profundidad puede ser incluso más grande que eso. Los autores de ese artículo examinaron la Gran Mancha Roja utilizando las herramientas de detección de gravedad de Juno. Sintetizando los datos de 12 vuelos que pasaron por el lugar —incluidos dos vuelos aéreos directos—, los investigadores calcularon dónde la tormenta estaba concentrando la mayor masa atmosférica sobre el planeta, lo que les permitió estimar su profundidad. Los autores determinaron que el lugar alcanza una profundidad máxima de unos 500 kilómetros por debajo de las cimas de las nubes.
Pero por más abismal que parezca, la Gran Mancha Roja sigue siendo mucho menos profunda que los enormes chorros de viento que la rodean y la alimentan, dijeron los investigadores; esas bandas de viento se extienden a profundidades de aproximadamente 3.200 km por debajo de las cimas de las nubes.
Las razones de esta discrepancia siguen siendo un enigma, pero la relativa poca profundidad de la mancha podría deberse a otro fenómeno recientemente descubierto: la Gran Mancha Roja se está reduciendo, recordaron los investigadores, habiendo perdido alrededor de un tercio de su ancho desde 1979.
El futuro de esta distintiva característica sigue siendo incierto, pero pase lo que pase, Juno seguirá vigilando a nuestro vecino grande y gaseoso en el espacio.
Fuente: Live Science. Edición: MP.
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1 comentario
19:24
Gracias por compartir información de interés
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