Político sugiere bombardear el volcán de La Palma para detener el flujo de lava

Y es que el volcán Cumbre Vieja ha estado en erupción durante 42 días y no muestra signos de detenerse.

Crédito: Guardia Civil.

Bombardear los flujos de lava candente del volcán aún en erupción puede ser la única forma de evitar la destrucción que están causando los ríos fundidos, ha sugerido un político español. Los bombardeos podrían usarse, según su proponente, para redirigir la lava mortal que fluye hacia áreas pobladas.

El volcán Cumbre Vieja en las islas Canarias de España entró en su 42° día de erupciones este lunes (1 de noviembre). Alrededor de 7,000 lugareños se han visto obligados a huir de sus hogares a medida que los flujos de lava, que brotan del volcán hasta miles de pies en el aire, han devastado hogares, oficinas y grandes extensiones de tierra en la parte suroeste de la isla.

Según el último sondeo realizado por el sistema de satélites europeo Copérnico, la lava ha destruido 2.519 edificios y ahora cubre 3.6 millas cuadradas (9.4 kilómetros cuadrados).

El cono interno ha colapsado sobre sí mismo. En este vídeo de las 18.50 (hora canaria) se observa el actual e imponente penacho volcánico/The inner cone has collapsed on itself. In this video recorded at 6.50 pm (Canarian time) the current and imposing volcanic plume can be seen pic.twitter.com/y7AcTSwiMz

— INVOLCAN (@involcan) October 26, 2021

Con la isla preparándose para una destrucción aún mayor debido a una serie de terremotos que han sacudido la tierra en los últimos días, Casimiro Curbelo, presidente del ayuntamiento de La Gomera, una isla vecina, ha sugerido que los flujos de lava podrían desviarse a través de medidas más extremas: conseguir un avión para bombardearlos.

«¿No hay un avión que pueda volar y dejar caer una bomba? Llega, cae y explota. ¿Y envía la lava en una dirección diferente?», dijo Curbelo durante un debate en Radio Faycán. «Tal vez sea una locura, pero desde un punto de vista tecnológico tengo la impresión de que debería probarse».

El presidente del Cabildo de La Gomera (foto) plantea bombardear el volcán para guiar la senda de la lava. Crédito: Cristóbal García.

La sugerencia del funcionario provocó críticas y produjo un puñado de memes que lo representaban junto a Bruce Willis en la película Armageddon, en la que el personaje del actor tiene la tarea de destruir un asteroide con destino a la Tierra con una bomba nuclear.

Pero a pesar de la burla dirigida a él, la estrafalaria propuesta de Curbelo tiene sus precedentes. En 1935, cuando la lava del volcán Mauna Loa de Hawái fluyó peligrosamente cerca de la ciudad de Hilo, el ejército de los EE.UU. —comandado por el futuro general George S. Patton— arrojó 20 bombas sobre el río de lava. Después del bombardeo, el flujo de lava se detuvo, pero el éxito de la misión ha sido cuestionado —tanto los pilotos como los geólogos que volaron en la misión de bombardeo creían que el flujo se estaba desacelerando de todos modos y la detención fue mera coincidencia—.

Vista aérea de una de las bombas detonadas en Mauna Loa cerca de la fuente del flujo de lava. 27 de diciembre de 1935. Crédito: Army Air Corps.

Más recientemente, en 1983, se hizo un intento más exitoso usando dinamita para desviar lejos de una aldea el flujo de lava del monte Etna. Los ingenieros colocaron alrededor de 900 libras (408 kilogramos) de explosivos, encerrados en tuberías refrigeradas por agua, junto al flujo. El objetivo era convertir el río de lava en una trinchera artificial. El experimento fue exitoso, según uno de los ingenieros en ese momento, lanzando la mayor parte de la lava a una trinchera artificial donde fue redirigida. Pero la explosión también dividió otra parte de la corriente de lava, enviando a muchos lugareños a la montaña con palas para lidiar con las nuevas e impredecibles ramas de la corriente.

El ejército español no ha respondido a la sugerencia de Curbelo, ni tampoco el primer ministro español, Pedro Sánchez. Sin embargo, Sánchez ha prometido acelerar las entregas de ayuda a los residentes.

La erupción no ha causado ninguna muerte y la vida se ha mantenido relativamente tranquila para los 85.000 residentes que viven lejos del —gravemente afectado— lado occidental de la isla.

El volcán está cerca de alcanzar su récord de 1949 de 47 días por su tiempo más largo en erupción.

Fuente: Live Science. Edición: MP.