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Por segunda vez en pocos meses, ha tenido lugar un accidente en el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico, causando aún más daño a uno de los radiotelescopios más grandes y poderosos del mundo, célebre, entre otras cosas, por haber sido la fuente de datos del proyecto de búsqueda de señales extraterrestres SETI@home.
En agosto, los astrónomos y amantes de la ciencia se horrorizaron al ver un agujero gigante en el gran plato reflector, consecuencia del rompimiento de un cable auxiliar que cayó y destruyó parte de la estructura, dejando una grieta de 30 metros de largo.
En los meses subsecuentes, ingenieros y obreros en el observatorio han estado haciendo las preparaciones para la compleja reparación, cuyo trabajo inicial estaba programado para iniciar esta semana. Desafortunadamente, un segundo accidente sucedió en la noche del viernes pasado (7:39 p.m. hora local), cuando un segundo cable cedió y complicó aún más la situación.
«Ciertamente, esto es algo que no queríamos ver, pero lo importante es que nadie salió herido», dijo el director del observatorio Francisco Cordova. «Hemos sido considerados en nuestra evaluación y priorizamos la seguridad al planear las reparaciones que se suponían iban a comenzar el jueves pasado. Pero sucedió esto».
De acuerdo a la Universidad de Florida Central (UCF), que opera el Observatorio de Arecibo en nombre de la Fundación Nacional de Ciencia, el incidente con el segundo cable parece tener relación con el primero. Ambos cables estaban conectados a la misma torre de soporte, y es posible que este segundo se haya roto a consecuencia del estrés adicional al que fue sometido.
Observadores en la instalación han estado monitoreando todos los cables desde el accidente en agosto, y habían notado alambres rotos en el cable que colapsó la semana pasada. Pero antes que pudieran tomarse medidas para asegurarlo, cedió y cayó sobre el plato, causando un daño adicional y también pegando contra otros cables cercanos.
Trabajando en conjunto con ingenieros para sopesar la situación, la UCF planea reducir la tensión en los cables restantes lo más rápido posible y acelerar la operación de reparación. Dos cables de repuesto ya están en camino hacia el observatorio y el equipo continúa evaluando la estructura mientras esperan que lleguen.
«La incertidumbre reina hasta que podamos estabilizar la estructura», señaló Cordova. «Tiene nuestra plena atención. Estamos evaluando la situación con nuestros expertos y esperamos tener más novedades pronto».
Lo que hace a este proyecto de reparación y fortificación incluso más desafiante es la antigüedad de Arecibo: la histórica instalación fue construida en los 1960s, y mantuvo el título del radiotelescopio de apertura simple más grande del mundo por cerca de medio siglo, hasta que fue superado por el aún más enorme radiotelescopio FAST de China, que comenzó a operar a principios de este año.
Durante su extenso servicio, la instalación de Arecibo ha cosechado docenas de hitos astronómicos, observando y grabando nuevos datos científicos de exoplanetas distantes, asteroides, púlsares, radioemisiones, y moléculas en galaxias lejanas.
El observatorio también tuvo una gran notoriedad pública al ser la primera línea del proyecto SETI y transmitir el mensaje de Arecibo, un intento pionero de 1974 por enviar una radio señal interestelar para que sea escuchada por otras civilizaciones.
El mensaje tenía una longitud de 1679 bits y fue enviado en la dirección del cúmulo de estrellas llamado M13 (objeto n.º 13 del Catálogo Messier de objetos celestes). Este objeto celeste, situado en la dirección de la constelación de Hércules, a una distancia de unos 25 000 años luz, está formado por unas 400 000 estrellas. El mensaje contiene información sobre la situación del sistema solar, de nuestro planeta y del ser humano. Fue diseñado por Frank Drake, Carl Sagan y otros.
Fuente: ScienceAlert. Edición: MP.
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