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Encontrado en Dinamarca, está compuesto mayormente por bracteatos o medallones de oro inscritos con símbolos místicos.
Ole Ginnerup Schytz, un cazador de tesoros novato, había salido con su nuevo detector de metales durante unas pocas horas cuando se topó con un descubrimiento asombroso: un alijo de artefactos de oro de 1.500 años de antigüedad que datan de la Edad del Hierro.
Ahora, los expertos han considerado que el hallazgo —realizado en diciembre pasado en un campo cerca de la ciudad de Jelling, en el suroeste de Dinamarca— es uno de los más grandes e importantes de la historia danesa.
Schytz recuerda haber escuchado el dispositivo activarse y luego apartar la tierra para descubrir una pequeña pieza de metal doblada.
«Estaba rayado y cubierto de barro», dijo a la emisora local TV Syd, según una traducción de Sarah Cascone de Artnet News. «No tenía idea, así que todo lo que podía pensar era que parecía la tapa de una lata de pescado».
El detector de metales aficionado había desenterrado lo que resultó ser la primera de 22 piezas de joyería de oro del siglo VI. En total, el tesoro pesaba poco más de dos libras.
Esta era la primera vez que Schytz se aventuraba en esto de buscar tesoros con un detector de metales, algo que ha llevado al propio afortunado a llamar al hallazgo «el epítome de la pura suerte», destacando que «Dinamarca tiene 42,933 km², y justo decidí colocar el detector exactamente donde estaba este tesoro».
Meses después del descubrimiento fortuito de Schytz, el Vejlemuseerne en Jutlandia finalmente ha revelado al público estos artefactos de la era pre-vikinga.
«Este es el hallazgo más grande que se ha producido en los 40 años que he estado en el Museo Nacional de Dinamarca», dijo el arqueólogo Peter Vang Petersen. «Tenemos que remontarnos a los siglos XVI y XVIII para encontrar algo similar».
Según informa el museo, el botín consiste principalmente en bracteatos —medallones que fueron populares en el norte de Europa durante el Período de migración (aproximadamente 300 a 700 d.C.). Las mujeres habrían usado los colgantes, que a menudo estaban inscritos con símbolos mágicos o runas, para protegerse.
«Muchos de los símbolos que se ven en los bracteatos recién desenterrados son desconocidos para los expertos», señaló Mads Ravn, director de investigación de los museos de Vejle, a la AFP. «Interpretarlos ayudará a arrojar luz sobre las sociedades poco entendidas que habitaban la región antes de los vikingos».
«Es el simbolismo representado en estos objetos lo que los hace únicos, más que la cantidad encontrada», agregó.
Uno de los medallones representa al dios nórdico Odín y parece estar basado en joyas romanas similares que celebraban a los emperadores como dioses.
«Aquí vemos la mitología nórdica en su infancia», dijo Vang Petersen. «Los escandinavos siempre han sido buenos para obtener ideas de lo que vieron en países extranjeros y luego convertirlas en algo que les conviene».
Los artefactos más antiguos encontrados en el tesoro incluyen monedas de oro del Imperio romano que se convirtieron en joyas. Uno representa a Constantino el Grande, que gobernó entre 306 y 337 d.C. La presencia de la moneda sugiere que Jelling, conocida por ser la cuna de la civilización vikinga entre los siglos VIII y XII, fue un centro de poder con vínculos comerciales en todo el continente europeo.
La inmaculada artesanía de los objetos apunta al probable alto estatus de su propietario original.
«Solo un miembro de la cima absoluta de la sociedad [habría] podido recolectar un tesoro como el que se encuentra aquí», precisó Ravn.
Además, cuando los expertos excavaron el sitio donde Schytz encontró el tesoro, descubrieron las ruinas de una casa comunal de la aldea. Sin el descubrimiento del cazador de tesoros aficionado, «no había nada que pudiera [habernos hecho] predecir que un señor de la guerra o un gran hombre sin precedentes vivía aquí, mucho antes de que surgiera el reino de Dinamarca en los siglos siguientes», admitió el experto.
Los arqueólogos postulan que el oro fue enterrado para protegerlo de los invasores, o como una última ofrenda a los dioses. El hallazgo se remonta al año 536, cuando una erupción volcánica en Islandia cubrió el cielo de cenizas y provocó una hambruna generalizada en Escandinavia. Otros tesoros de oro encontrados en la región, incluido un grupo de 32 artefactos desenterrados en la isla de Hjarnø, datan de esta misma época.
Fuente: Smithsonian Mag. Edición: MP.
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