Mystery Planet es un sitio web que ofrece noticias y artículos sobre ciencia y misterios. Para estar al tanto de todo lo que publicamos, además de seguirnos en nuestras redes sociales o suscríbete a nuestro boletín de noticias, te invitamos a nuestro canal de Telegram.
La lógica parece impecable...
Es posible que haya escuchado que Perseverance, el explorador robótico que la NASA diseñó para recolectar muestras de rocas de Marte para enviarlas de regreso a la Tierra, ha tenido algunos problemas últimamente.
La semana pasada, la NASA celebró después de ordenarle a Perseverance que perforara un agujero en el regolito marciano debajo de él y recogiera algunas muestras. Pero esa celebración fue prematura, informa Scientific American. Cuando echaron un vistazo a una imagen del tubo de almacenamiento unas horas más tarde, el equipo entró en frenesí al darse cuenta de que el rover había terminado con las manos vacías y el tubo no tenía nada.
«Definitivamente fue un momento en que dijimos "¡Oh, m*erda!"», admitió Ken Farley, científico del equipo de la misión.
Pero la NASA ahora insiste —con toda el respaldo que le otorga el helicóptero que acompaña al robot—, que no es culpa de Perseverance. En cambio, dicen... fue la bendita piedra.
La roca, afirma la agencia, era simplemente demasiado desmenuzable para que el dispositivo en el extremo del brazo robótico la agarrara, lo que hizo que cayera injustamente al suelo marciano.
Pero aún hay más, Marte no jugó limpio. Los científicos también señalan que la roca misma los engañó haciéndoles pensar que sería una muestra buena y resistente cuando en realidad era un manojo que se rompió en pedazos tan finos que se terminó escurriendo.
«Existía una confianza razonable de que se trataba de una roca única y extraña que nos atrajo de alguna manera precisamente porque era extraña», agregó Farley.
Para decirlo de otra manera, los mejores científicos e ingenieros del negocio construyeron un robot que vale millones explícitamente para recoger rocas, y ahora dicen que es culpa de la piedra que no sea recogida.
Pero dejando de lado estas declaraciones algo incómodas, lo cierto es que el actual fue solo el primero de muchos intentos. El tubo que resultó vacío es uno de los 43 que lleva Perseverance. Son la piedra angular de la misión principal del rover en Marte: explorar una región llamada cráter Jezero y recolectar muestras.
La NASA ya ha invertido nueve años y alrededor de 2.000 millones de dólares en su búsqueda para perforar y almacenar muestras de rocas marcianas. En aproximadamente una década, planea enviar otra misión a Marte para recuperar las muestras y traerlas de regreso a la Tierra. Luego, los científicos podrán investigar si la vida microbiana pudo haber vivido en el lago que una vez llenó el cráter.
En otras palabras, una cantidad significativa de planificación y dinero depende de estas muestras. Por eso, en parte, los últimos días han sido, de acuerdo a la propia agencia, «una montaña rusa de emociones».
¿Te gustó lo que acabas de leer? ¡Compártelo!
Artículos Relacionados
0 comentarios