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La misión ha sido denominada bajo el acrónimo de TOLIMAN por el antiguo nombre árabe de las estrellas ubicadas a tan solo a 4,36 años luz de la Tierra. Está conformado por las siglas en inglés para «Telescopio para el Monitoreo Interferométrico del Lugar de la Órbita de Nuestro Vecindario Astronómico».
La Universidad de Sídney ha firmado un contrato con EnduroSat, un proveedor líder de microsatélites y servicios espaciales, para explorar la cuestión de la vida más allá de la Tierra, comenzando con nuestro sistema estelar vecino más cercano: Alfa Centauri.
Respaldada por la Iniciativa Breakthrough en California, la misión buscará planetas en la zona habitable o «ricitos de oro» alrededor de las dos estrellas similares al Sol en el sistema, Alfa Centauri A (Rigil Kentaurus) y B (Toliman).
«Los astrónomos han descubierto miles de exoplanetas fuera de nuestro propio sistema solar, pero la mayoría se encuentran a miles de años luz de distancia y fuera de nuestro alcance», dijo el profesor Peter Tuthill, líder de la misión. «La tecnología satelital moderna nos permitirá explorar nuestro patio trasero celestial y tal vez sentar las bases para futuras misiones visionarias que abarquen los vacíos interestelares hasta el sistema Centauri».
Descubrir exoplanetas es un gran desafío tecnológico, incluso para los grandes telescopios espaciales. Para un mini satélite, la tarea es aún más difícil. Por esta razón, el equipo está desarrollando un pequeño telescopio espacial diseñado a medida para que quepa en un volumen limitado de 12 litros sin perder estabilidad térmica y mecánica o la capacidad de realizar mediciones extremadamente finas.
«Estamos excepcionalmente orgullosos de asociarnos en esta misión. Los desafíos son enormes y llevarán nuestros esfuerzos de ingeniería al extremo. Se trata del primer esfuerzo científico de exploración de su tipo y ayudará a abrir las puertas para misiones astronómicas de bajo costo», comentó Raycho Raychev, fundador y director ejecutivo de EnduroSat, cuya tecnología ya ha demostrado que puede descargar datos de carga útil a una velocidad de más de 125 Mbps —lo que será fundamental para descargar todos los datos de sesiones de observación prolongadas—.
«Cualquier exoplaneta que encontremos cerca de la Tierra puede ser seguido con otros instrumentos, brindando excelentes perspectivas para descubrir y analizar atmósferas, química de la superficie o incluso firmas de una biosfera, los signos tentativos de vida», dijo el profesor Tuthill del Instituto de Astronomía y Escuela de Física de la Universidad de Sídney.
Tuthill tiene una trayectoria comprobada en el diseño de instrumentación y proyectos de alta precisión para proyectos astronómicos internacionales. Es el único científico australiano que ha dirigido el trabajo directo de diseño de instrumentos en el proyecto del telescopio espacial James Webb de la NASA, el cual definitivamente ha marcado una nueva era en la astronomía observacional.
«Mi experiencia ayudando a desarrollar tecnología para el Webb será de gran utilidad en el diseño de equipos de observación para el proyecto TOLIMAN», subrayó.
La misión a lanzarse en 2024 promete lograr un progreso real en la comprensión de los sistemas planetarios que están justo al lado del nuestro, a una distancia que tal vez pueda ser alcanzada alguna vez por los primeros astronautas interestelares —ya sean humanos o IAs creadas a nuestra imagen y semejanza—.
El sistema de Alfa Centauri tiene una tercera estrella (C), una enana roja conocida como Próxima Centauri donde previamente se han detectado tres planetas orbitando, uno de ellos similar a la Tierra y en la zona habitable.
Aunque el comunicado de la universidad australiana no lo especifica, es posible que esta estrella haya sido omitida por esta misión debido a recientes observaciones que han demostrado la emisión de poderosas y violentas llamaradas que volverían a cualquier planeta cercano a su alrededor un lugar poco hospitalario para la vida como la conocemos.
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