Antes que las trece colonias británicas en Norteamérica se independizaran, John Winthrop, líder puritano y primer gobernador de la colonia de la bahía de Massachusetts, dejó escrito en su diario posibles encuentros cercanos con ovnis.

Winthrop registró diligentemente los eventos de su vida en un diario personal, donde plasmó las tribulaciones de la gente de la colonia durante los primeros 19 años de su existencia. Allí, con fecha 1 de marzo de 1639, figura un extraño relato que bien podría atribuirse a un avistamiento ovni.

«En este año, un tal James Everell, un hombre sobrio y discreto, y otros dos, vieron una gran luz en la noche sobre el río Muddy», escribió. «Cuando se detenía, se encendía y medía unas tres yardas cuadradas; pero cuando se movía se contraía en la figura de un cerdo. Se movía veloz como una flecha hacia Charlton [Charlestown] y subió y bajó unas dos o tres horas».

«Bajaron en su barcaza ligera alrededor de una milla y, cuando terminó, se vieron llevados contra la corriente al lugar de donde procedían. Otras personas también vieron la misma luz después, aproximadamente en el mismo lugar», continuó.

Varios investigadores señalan que un fuego fatuo, una chispa de gas de pantano, podría responder por la causa probable de la extraña luz. No obstante, eso no explica cómo la «luz fantasma» cruzó el río, o por qué Everell y los otros hombres en el bote terminaron una milla río abajo —como si esta luz los hubiera controlado y dirigido—.

«Algunos ufólogos interpretarían esto como una posible abducción extraterrestre si ocurriera hoy», escribieron los autores Jacques Vallée y Chris Aubeck en libro Wonders in the Sky: Unexplained Aerial Objects from Antiquity to Modern Times (2010).

Una copia del diario de John Winthrop.

Winthrop informó de dos avistamientos de ovnis más en 1644, el primero el 18 de enero.

«Alrededor de la medianoche, tres hombres, que venían en un bote a Boston, vieron dos luces que surgían del agua cerca del extremo norte de la ensenada del pueblo, en forma de hombre, y se alejaron a poca distancia del pueblo, y así hasta la punta sur, y allí se desvaneció».

Una semana después, otro encuentro sobrenatural fue «visto por muchos», escribió.

«Una luz como la luna se levantó sobre el punto noreste en Boston, y llegó hasta la otrora isla de Nottles, y allí la luz se separó en dos y se volvió a cerrar en una en diversas ocasiones, y así cruzaron la colina en la isla y desaparecieron. A veces arrojaban llamas y otras chispas».

Winthrop nunca volvió a mencionar los hechos y falleció pocos años después, en 1649. Su diario no se publicó hasta 1825, y los misteriosos pasajes fueron ignorados en medio de la visión de la historia colonial extraída de sus voluminosas páginas.

Una estatua de bronce del siglo XIX de John Winthrop, obra del escultor Richard Saltonstall Greenough, se encuentra frente a la Primera Iglesia de Boston. Crédito: AP/Steven Senne.

Los espeluznantes objetos no identificados siguen siendo un misterio hoy en día, pero provienen de una de las fuentes más confiables de su tiempo.

«Si miras los relatos ovni modernos, muy a menudo son de oficiales de policía, pilotos, personal militar, operadores de radar», dijo el investigador británico Nick Pope al ser consultado sobre estos incidentes de época. «No me sorprende que estas figuras tan históricas hayan visto estas cosas. Es una reivindicación de lo que vemos hoy por parte de los funcionarios del gobierno y de los líderes militares».

«La gente tiene la idea errónea de que todo esto comenzó con platillos voladores y Roswell, pero se remonta a los albores de los tiempos», añadió Pope. «Lo que estamos empezando a darnos cuenta es que la gente siempre ha visto estas cosas extrañas. Tenemos carros de fuego en la Biblia y tenemos imágenes extrañas en pinturas medievales y renacentistas y en petroglifos antiguos».

«No hay humo sin fuego. Y los creyentes solo tienen que acertar una vez», concluyó el investigador.

Fuente: Fox News. Edición: MP.