Exjefe de programa secreto del Pentágono revela cómo su equipo ideó una «trampa» para OVNIs

En su primera entrevista grabada en varios años, Luis Elizondo, exjefe del programa AATIP del Departamento de Defensa de EE.UU., habló con el medio británico Daily Mail, revelando aspectos interesantes que se detallan en su nuevo libro Imminent (del cual ya hemos anticipado algunos detalles anteriormente).

Crédito: MysteryPlanet.com.ar.

El exfuncionario reveló que Donald Trump fue informado sobre el programa secreto para estudiar ovnis del gobierno durante su presidencia, y en su libro detalla algunos incidentes intrigantes y previamente desconocidos relacionados con los ahora conocidos como fenómenos anómalos no identificados.

Entre estos incidentes se incluyen el avistamiento dramático de un platillo volador en 2013 en la una base de pruebas de misiles de Los Álamos; agujeros cortados con precisión láser en tanques blindados en el desierto de Kuwait en 2003; una nave gigantesca bajo las aguas de Puerto Rico en 1999; e implantes biológicos extraterrestres encontrados en militares después de encuentros cercanos.

Algunas secciones del libro fueron censuradas por el Pentágono, que lo revisó antes de su publicación para evitar la divulgación no autorizada de secretos. Sin embargo, esta revisión no implica que respalden las afirmaciones de Elizondo.

Proyecto Interloper

En la nueva entrevista, Elizondo reveló que junto con su colega de AATIP, Jay Stratton, ideó en 2015 una «trampa» para ovnis.

Según contó, sus investigaciones indicaban que estas naves mostraban un aparente interés en las operaciones militares, la energía nuclear y que a menudo eran vistas alrededor de cuerpos de agua. Teniendo esto en cuenta, coordinaron con la Marina y otras ramas para crear el Proyecto Interloper (Intruso), un intento de atraer a estas misteriosas naves y grabarlas con equipos de alta tecnología.

«Colocas un grupo de ataque de portaaviones nucleares, un portaaviones de propulsión nuclear, un submarino nuclear y otras instalaciones nucleares en la zona, y lo pones en el agua», dijo Elizondo a Daily Mail. «Así que tienes el nexo militar, nuclear y de agua. Estábamos muy, muy seguros de que íbamos a tener encuentros con ovnis, porque los teníamos todo el tiempo. Eso era lo que los atraía, como azúcar para las moscas».

La idea era reunir buques de guerra en el océano, enfocando sus radares, sonares y cámaras en donde creían que aparecerían los ovnis.

«Había un plan oficial que tenía apoyo. Fue informado hasta el Estado Mayor Conjunto», añadió Elizondo. «Teníamos mucho interés de la comunidad de inteligencia. Muchas agencias formaban parte de esto. Estaban listas para poner su esfuerzo y recursos en ello. Y en el último minuto fue rechazado. Eso, para mí, fue una de las últimas gotas. Estaba muy, muy frustrado. A pesar de nuestros mejores esfuerzos para llevar esto a la cadena de mando, alguien seguía cortándolo y diciendo “no queremos hablar de ovnis”».

En 2017, decidió renunciar en protesta y reveló públicamente la existencia de AATIP al New York Times, y el hecho de que pilotos de combate de la Marina encontraban rutinariamente naves con capacidades que superaban con creces la tecnología humana conocida.

Luis Elizondo mostrando la edición digital de su libro.

La revelación despertó un renovado interés en los no identificados, y dio lugar a una serie de sucesores de AATIP, con mejor financiación pero igual de llenos de jerga técnica, el más reciente es la Oficina de Resolución de Anomalías para Todos los Dominios (AARO).

Entre su trabajo actual como contratista para la Fuerza Espacial, Elizondo está trabajando para persuadir a los legisladores de agregar nuevas protecciones para que más denunciantes se atrevan a hablar. Él cree que esa es la única vía para sacar a la luz lo que el gobierno realmente sabe sobre los ovnis y sus tripulantes.

Fuente: DM. Edición: MP.