Dos asteroides del tamaño de un rascacielos se acercan a la Tierra este fin de semana, uno de los cuales hará su máximo acercamiento el viernes (29 de julio) y el segundo pasará zumbando el sábado (30 de julio).

Crédito: ESA.

El primer asteroide, denominado 2016 CZ31, volará alrededor de las 7 p.m. ET (23:00 GMT) del viernes, pasando a una velocidad estimada de 55.618 km/h, según la NASA.

Los astrónomos estiman que el asteroide mide alrededor de 122 metros en su punto más ancho, por lo que es tan grande como un edificio de 40 pisos de alto. El asteroide esquivará nuestro planeta de forma segura, pasando a unos 2.800.000 kilómetros de la Tierra —o más de siete veces la distancia media entre la Tierra y la Luna—.

De acuerdo a la NASA, esta roca espacial hace acercamientos cercanos a la Tierra cada pocos años, y el próximo está programado para enero de 2028.

El sábado, un segundo asteroide —algo más grande que el anterior— también hará acto de presencia en la periferia de nuestra órbita, aunque a una distancia mayor de la Tierra. Tal asteroide, llamado 2013 CU83, mide aproximadamente 183 metros de ancho en su punto visible más ancho y pasará cerca de 6.960.000 km de la Tierra —o alrededor de 18 veces la distancia promedio entre la Tierra y la Luna—.

Esta colosal roca espacial viajará a 21.168 km/h cuando haga su máxima aproximación a las 7:37 p.m. ET (23:37 GMT).

Ambos encuentros cercanos están significativamente más lejos que el asteroide 2022 NF, que llegó a solo 90.000 km —o alrededor del 23 por ciento de la distancia promedio entre la Tierra y la Luna— el pasado 7 de julio. Sin embargo, siempre hay que considerar que en su trayectoria empujen rocas espaciales más pequeñas hacia nuestra atmósfera, donde usualmente se queman o explotan como bólidos en pleno aire. De hecho, así sucedió varias veces este año tras el paso cercano de un asteroide —incluso la última vez con 2022 NF—.

Asimismo, hay que considerar que si la trayectoria de un asteroide lo ubica a unos pocos millones de kilómetros de nuestro planeta, existe una posibilidad extremadamente pequeña de que la órbita del asteroide pueda cambiar ligeramente después de interactuar con la gravedad de un objeto más grande; incluso un cambio pequeño podría potencialmente poner un asteroide en curso de colisión con la Tierra en un futuro sobrevuelo.

Es por esto que la NASA y otras agencias espaciales monitorean de cerca miles de objetos cercanos a la Tierra.

Fuente: Live Science. Edición: MP.

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