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Un grupo de científicos ha identificado el origen de un asteroide del tamaño de un autobús escolar que ha permanecido en los márgenes de nuestra órbita durante dos meses.
El asteroide, denominado 2024 PT5, fue apodado la «segunda luna temporal» de la Tierra debido a su tamaño y su prolongada cercanía con nuestro planeta. Según datos recopilados por astrónomos mientras el asteroide orbitaba la Tierra, podría tratarse de un fragmento de nuestra propia Luna, desprendido durante una de las colisiones que dejaron la superficie lunar llena de cráteres.
La explicación principal sobre la formación de la Luna, conocida como la «hipótesis del gran impacto», plantea que este satélite es en realidad un gigantesco fragmento de la Tierra. Según esta teoría, nuestro planeta colisionó con un cuerpo del tamaño de Marte hace unos 4 mil millones de años, generando una explosión de material que se condensó en el espacio para formar la Luna.
Si esta hipótesis y los análisis del asteroide 2024 PT5 son correctos, esto implicaría que nuestra Luna sería «madre» de esta miniluna que nos acompañó desde el 29 de septiembre de 2024 hasta ayer, 25 de noviembre. Por otra parte, usando la misma equivalencia, la Tierra actuaría como su «abuela».
2024 PT5 ya comenzó a alejarse de la Tierra, siendo empujado por la fuerza gravitacional del Sol hacia el espacio.
«Existen múltiples evidencias que sugieren que este asteroide podría tener un origen lunar», afirmó Carlos de la Fuente Marcos, autor principal del estudio y profesor en la Universidad Complutense de Madrid, en una entrevista con Space.com.
Según De la Fuente Marcos, el asteroide tiene una rápida rotación, con un periodo inferior a una hora, algo que encaja con la hipótesis de que 2024 PT5 es un gran fragmento de la superficie lunar o parte de un objeto mayor.
Él y su hermano, Raúl de la Fuente Marcos, también de la Universidad Complutense de Madrid, identificaron el comportamiento del asteroide como una miniluna. Usaron telescopios en las Islas Canarias para recopilar cientos de observaciones del asteroide mientras viajaba en el borde exterior de la órbita terrestre.
Analizaron su espectro, es decir, el rango de longitudes de onda electromagnéticas que emite. Los resultados indicaron que la composición química del asteroide coincide con el material lunar traído anteriormente a la Tierra.
Los hallazgos se encuentran actualmente disponibles en el servidor de preimpresión arXiv y han sido aceptados para su publicación en la revista Astronomy & Astrophysics.
El asteroide 2024 PT5 fue detectado por primera vez en agosto y quedó atrapado por la gravedad terrestre en septiembre. Proviene del «cinturón de asteroides Arjuna», un grupo de rocas espaciales que orbitan al Sol a una distancia promedio de 150 millones de kilómetros, siguiendo una trayectoria similar a la de la Tierra.
«Algunos objetos del cinturón Arjuna pueden acercarse a la Tierra a una distancia de 4.5 millones de kilómetros y a velocidades relativamente bajas, inferiores a los 3.540 km/h», explicó Carlos de la Fuente Marcos.
Sin embargo, la NASA destacó que 2024 PT5 nunca entró completamente en nuestra órbita, por lo que técnicamente no puede considerarse una luna. Aun así, es un objeto fascinante digno de estudio, afirmó la agencia.
Para ser considerada una miniluna, un asteroide debe acercarse a menos de 4.5 millones de kilómetros de la Tierra y moverse a una velocidad inferior a los 3.540 km/h.
Durante dos meses, el asteroide siguió una trayectoria en forma de herradura alrededor de la Tierra, lo que permitió a los astrónomos, como los hermanos De la Fuente, estudiarlo en detalle. Actualmente, se encuentra a más de 3 millones de kilómetros de distancia y continuará alejándose en los próximos días.
Sin embargo, 2024 PT5 se acercará nuevamente a la Tierra en enero, llegando a una distancia mínima de 1.7 millones de kilómetros. Después de esto, se alejará hacia el cosmos y no regresará hasta el año 2055.
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