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Expertos del Proyecto Templo Mayor del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dicen haber descubierto un bajorrelieve con la imagen de un águila real.
El águila mide 106 por 70 centímetros y fue tallada en el piso de una estructura al pie del Templo Mayor, el icónico templo en forma de pirámide que se construyó en el corazón de la antigua capital azteca de Tenochtitlán. En cuanto a su antigüedad, se remontaría a los tiempos del reinado de Moctezuma I, en el siglo XV.
De acuerdo a los investigadores, la escultura sería la de mayor tamaño dentro de un conjunto de 67 elementos similares encontrados hasta el momento en el recinto sagrado de México.
La talla fue descubierta en febrero de 2020 como parte de la novena temporada del Proyecto Templo Mayor (PTM), fecha en que los trabajos de campo tuvieron que posponerse debido a la contingencia sanitaria por el COVID-19.
Esta pausa en los trabajos permitió a los investigadores del PTM hacer la investigación en gabinete de varios elementos, incluido el bajorrelieve. Entre otros aspectos, se estudiaron las representaciones iconográficas que existen del águila real en fuentes históricas como los códices, a fin de correlacionarlas con la escultura descubierta al pie del templo.
«Es una pieza muy hermosa que muestra los grandes secretos que el Templo Mayor de México Tenochtitlán aún no nos ha revelado», dijo Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de cultura de México, en un comunicado. «Gracias a su esfuerzo y dedicación [de los arqueólogos], podemos continuar recuperando nuestra historia y nuestra memoria».
«Una de esas representaciones está en la Lámina 50 del Códice Borgia, donde se muestra un águila real posando encima de un mezquite, árbol que surge desde una deidad descarnada», señala Rodolfo Aguilar Tapia, arqueólogo adscrito al PTM. «Lo interesante es que esta imagen es iconográficamente muy similar al bajorrelieve que encontramos en campo, en ambas representaciones las plumas rematan en forma de cuchillos sacrificiales, los cuales aluden al nombre nahua del ave: itzcuauhtli (águila de obsidiana)».
Para los mexicas, dicha ave de presa tenía relación estrecha con la guerra y el sacrificio, al tiempo que era considerada como un nahual del sol y, por ende, también de su dios tutelar, Huitzilopochtli.
En las entrantes temporadas de campo del PTM, las acciones se centrarán en terminar la exploración del piso donde se halla el bajorrelieve para buscar otros más y luego, con extremo cuidado, retirarlos temporalmente y poder indagar debajo de ellos en pos de ofrendas u otros elementos arquitectónicos.
«Tras todo este proceso exploratorio, con apoyo de especialistas en restauración, volveremos a colocar cada bajorrelieve en su lugar preciso», precisaron los arqueólogos.
Elementos similares también podrían localizarse cuando se retomen las excavaciones en torno al Cuauhxicalco. La intención del PTM es que, luego de su investigación, los bajorrelieves puedan mostrarse al público en su posición original: al pie poniente del Templo Mayor.
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1 comentario
20:27
REALMENTE UNA MARAVILLA. !!! aparte las pinturas y graficos de esta cultura son espectaculares en sus diseños y colores.
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