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La nave espacial, llamada OSIRIS-REx, transporta alrededor de 56,70 gramos de polvo de la superficie del asteroide.
La sonda encendió sus propulsores durante 7 minutos para dejar el asteroide Bennu, dijo la NASA en un comunicado emitido a principios de semana. Consigo lleva unos 60 gramos, o alrededor de 2 onzas, de polvo espacial rico en carbono.
Esta es la muestra más grande recolectada desde las misiones tripuladas Apolo a la Luna.
Un video del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, muestra cuáles son los próximos pasos para OSIRIS-REx:
Si todo va de acuerdo al plan, la nave espacial debería dar dos vueltas al Sol antes de acercarse a la Tierra. Una vez que esté dentro de los 10,000 km (6,000 millas) de la Tierra, se liberará la cápsula que contiene las muestras.
La NASA espera que la cápsula aterrice en el desierto de Utah el 24 de septiembre de 2023.
OSIRIS-REx se lanzó hace casi cinco años. Es la primera misión que la NASA ha enviado para recolectar muestras de un asteroide. Su principal objetivo era confirmar si las mediciones realizadas desde la Tierra eran precisas. Información como esta podría ser un trampolín para futuras misiones espaciales que se adentren en espacios más profundos.
Si siguen nuestras publicaciones, seguramente estarán al tanto de los pormenores de esta misión espacial. En caso que no, a continuación te lo resumimos.
OSIRIS-REx se acercó por primera vez a Bennu en 2018. Antes de recolectar las muestras, rodeó el asteroide, recolectando información y planificando dónde aterrizar.
La sonda de 6 metros (20 pies) de largo y 2,5 metros (8 pies) de ancho también lleva herramientas, como espectrómetros y una cámara, que tomó medidas de la superficie del asteroide.
Estas mediciones ya han confirmado las predicciones de la NASA de que el suelo rico en carbono del asteroide contenía moléculas de oxígeno e hidrógeno. Esto sugiere que Bennu podría haber interactuado con el agua en algún momento.
Asimismo, los científicos se sorprendieron al ver, cuando la sonda se acercó, que la superficie no era lisa como habían predicho, sino que estaba llena de rocas, lo cual obviamente hizo que el descenso al asteroide fuera más complicado.
Finalmente aterrizó en Bennu el 20 de octubre de 2020. El brazo de recolección disparó nitrógeno, que perturbó la superficie del asteroide para llevar la muestra a la cámara de recolección.
Las cámaras a bordo mostraron cómo aspiraba el polvo de la superficie del asteroide para almacenarlo en un contenedor.
Y ahora ha emprendido el regreso. Solo queda esperar.
Fuente: ScienceAlert. Edición: MP.
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