Software espía privado israelí fue utilizado para hackear teléfonos móviles de periodistas y activistas en todo el mundo

El software espía Pegasus de NSO Group, con licencia a los gobiernos de todo el globo, puede infectar teléfonos con un solo clic o sin interacción por parte del usuario.

El software espía privado israelí se utilizó para piratear docenas de teléfonos inteligentes que pertenecían a periodistas, activistas de derechos humanos, ejecutivos de empresas y la prometida del periodista saudí asesinado Jamal Khashoggi, según una amplia investigación publicada hace unas horas por el Washington Post y otras 16 organizaciones de noticias.

Según los informes, el software espía de grado militar recibió la licencia de la empresa israelí de software espía NSO Group. La investigación descubrió que los teléfonos pirateados estaban en una lista de más de 50.000 números basados ​​en países conocidos por vigilar a las personas.

La lista de números fue compartida con el Post y otras organizaciones de medios de comunicación por la organización sin fines de lucro Hidden Stories y el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional, con sede en París.

Por su parte, NSO Group negó los hallazgos del informe en varias declaraciones, argumentando que la investigación incluye «teorías no corroboradas» basadas en una «interpretación engañosa de datos filtrados a partir de información básica accesible y abierta». Y agregó que continuará investigando todas las denuncias creíbles de uso indebido, tomando las medidas pertinentes según corresponda.

El software espía Pegasus de NSO Group tiene licencia para gobiernos de todo el mundo y puede piratear los datos de un teléfono móvil y activar el micrófono, según el informe. El software fue creado originalmente para vigilar a terroristas y otros criminales.

¿Cómo funciona?

El ataque puede comenzar de diferentes formas. Puede provenir de un enlace malicioso en un mensaje de texto SMS o un iMessage. En algunos casos, un usuario debe hacer clic en el enlace para iniciar la infección.

No obstante, en los últimos años las empresas de software espía han desarrollado lo que denominan ataques de «cero clic», que distribuyen software espía simplemente enviando un mensaje al teléfono del usuario que no produce ninguna notificación. Los usuarios ni siquiera necesitan tocar sus teléfonos para que comiencen las infecciones.

Pegasus está diseñado para evadir las defensas en iPhones y dispositivos Android y dejar pocos rastros de su ataque. Las medidas de privacidad conocidas, como contraseñas seguras y cifrado, ofrecen poca ayuda. Puede leer cualquier cosa en un dispositivo que un usuario pueda, al mismo tiempo que roba fotos, grabaciones, registros de ubicación, comunicaciones, contraseñas, registros de llamadas y publicaciones en redes sociales. El software espía también puede activar cámaras y micrófonos para vigilancia en tiempo real.

«Simplemente no hay nada desde el punto de vista del cifrado para protegerse contra esto», dijo Claudio Guarnieri, también conocido como «Nex», el investigador italiano de 33 años de Amnistía Security Lab que desarrolló y realizó el análisis forense digital en 37 teléfonos inteligentes que mostraban evidencia de ataques de Pegasus.

Los más espiados

El mayor número de espiados estuvo geolocalizado en México, donde más de 15.000 números, incluidos los pertenecientes a políticos, representantes sindicales, periodistas y otros críticos del gobierno, estaban en la lista.

Otra gran parte de las personas se encontraban en Oriente Medio, incluidos Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Yemen.

En India, figuraban en la lista los números de teléfonos pertenecientes a cientos de periodistas, activistas, políticos de la oposición, funcionarios gubernamentales y ejecutivos de empresas, al igual que los números de varios otros países de la región, incluidos Azerbaiyán, Kazajstán y Pakistán.

Por último, más de 1.000 números franceses estaban en la lista. En Hungría, los números asociados con al menos dos magnates de los medios se encontraban entre los cientos de la lista, y los teléfonos de dos periodistas que trabajaban fueron atacados e infectados, mostró un análisis forense.

Fuente: The Washington Post. Edición: MP.