Y no solo eso, sino que pronto detectaremos más visitantes de otros mundos.

En su próximo libro, Extraterrestre: el primer signo de vida inteligente más allá de la Tierra, el físico teórico Avi Loeb afirma que un objeto que entró recientemente en nuestro sistema solar no era solo otra roca espacial como creen la mayoría de los científicos, sino una forma de tecnología alienígena.

En particular, este objeto espacial desconocido se denominó Oumuamua, que se traduce aproximadamente del hawaiano como «primer mensajero». Según el New York Post, este objeto en particular viajó hacia nuestro vecindario desde la dirección de Vega, una estrella cercana a 25 años luz de distancia, e interceptó el plano orbital de nuestro sistema solar el 6 de septiembre de 2017. Inicialmente, los científicos pensaron que era un cometa ordinario, pero Loeb abrió su mente a otra posibilidad.

«¿Qué pasaría si un cavernícola viera un teléfono móvil? Ha visto rocas toda su vida, y habría pensado que era solo una roca brillante. Algunas personas no quieren discutir la posibilidad de que existan otras civilizaciones por ahí. Creen que somos especiales y únicos. Creo que es un prejuicio que debería abandonarse», sostuvo.

Loeb miró la roca espacial desde otros ángulos y encontró una serie de extrañas propiedades sobre el objeto, incluidas su forma de cigarro y las dimensiones. Más aún, era inusualmente brillante y al menos «diez veces más reflectante que los típicos asteroides o cometas pedregosos del sistema solar».

«Esto haría que la geometría de Oumuamua sea más extrema, al menos unas pocas veces en relación de aspecto —o entre su ancho y su altura—, que los asteroides o cometas más extremos que hayamos visto», explica el físico en su libro.

Pero lo que llevó al científico a volcarse totalmente por su hipótesis actual es que Oumuamua no siguió la trayectoria calculada para un objeto espacial de su supuesta naturaleza. «Aceleró levemente, pero en un grado muy significativo estadísticamente, mientras se alejaba del Sol». Algo que se supone que haga cuando se acerca. Y a pesar que los cometas pueden tener este tipo de comportamiento al liberar gases, el problema es que Oumuamua no mostró ningún rastro de cola que lo delatara como tal. «En otras palabras, claramente estaba siendo empujado por una fuerza además de la gravedad del Sol».

Estas anomalías hicieron que Loeb especulara que podría tratarse de una sonda o basura espacial que alguna vez sirvió como boya de navegación utilizada por una civilización extraterrestre hace mucho tiempo.

«La única forma de buscar civilizaciones alienígenas es buscar su basura, tal como los periodistas de investigación fisgan en la basura de las celebridades para descubrir sus secretos», comparó.

Loeb, quien está involucrado en un proyecto de vela ligera (LightSail) para enviar una pequeña nave no tripulada a una estrella cercana, dijo que si los terrícolas hemos pensado en esta idea, ¿por qué no podrían los extraterrestres?

El profesor de Harvard cree firmemente que podría haber vida extraterrestre en el universo, y dice que los humanos no son la única especie consciente en el cosmos. Asimismo, piensa que cientos de objetos tecnológicos como Oumuamua —tal vez escombros de civilizaciones interestelares desaparecidas— podrían estar allí fuera a la espera de ser descubiertos.

Recientemente, el exjefe del programa de seguridad espacial de Israel también afirmó que los extraterrestres son reales y nos han visitado. Haim Eshed, quien ejerció su cargo por 30 años, declaró que los extraterrestres están secretamente en contacto con Estados Unidos e Israel, empero, mantienen su existencia en silencio porque «la humanidad no está preparada».

Fuente: NY Post. Edición: India/MP.