Los villanos de Hollywood siempre han actuado como una especie de prueba de fuego para la paranoia, capturando una instantánea de las ansiedades particulares que asolan al país y a sus ciudadanos en un momento dado.

Crédito: Paramount Pictures.

Durante la Guerra Fría, películas como Desde Rusia con amor, Rocky IV y Amanecer Rojo (o Los jóvenes defensores) asintieron al miedo del público a los astutos soviéticos, aparentemente empeñados en arruinar la forma de vida capitalista. En las décadas de 1990 y 2000, con la «amenaza roja» olvidada hace mucho tiempo, las películas se apoyaron en gran medida en el horrible tropo del «árabe malo», sacando a sus villanos del Medio Oriente. Otros éxitos recientes han convertido en malos a espías deshonestos, ciberterroristas en la sombra y traficantes de armas egoístas, todos actores comunes en el panorama mundial de las noticias.

Pero para la recientemente estrenada Misión Imposible: Sentencia Mortal (Parte 1), los escritores Erik Jendresen y Christopher McQuarrie elaboraron a su gran villano a partir de un miedo un poco más amorfo: el de una inteligencia artificial (IA) consciente y todopoderosa. Llamada La Entidad, tiene acceso a cualquier cosa con una red en línea y puede usar sus malvados poderes tecnológicos para manipular todo, desde superpoderes militares globales hasta una abuela con un arma.

Y si bien el tropo de «hombre contra máquina» no es nada nuevo, la idea de que una IA consciente venga a apoderarse de la humanidad se siente especialmente profética y apremiante en 2023, cuando ChatGPT está escribiendo exámenes finales y las empresas están encargando a los bots imbuidos de IA con todo, desde listículos al soporte técnico. La amenaza inminente del contenido generado por IA también es un gran punto de conflicto para los miembros de la huelga del guionistas y actores que actualmente tiene lugar en Hollywood, donde buscan la regulación de esta tecnología en la creación guiones o la suplantación de actores reales con simulados.

Por supuesto, Sentencia Mortal se escribió hace años. La primera parte estaba originalmente programada para estrenarse en el verano de 2021, antes de que Covid-19 retrasara el calendario de producción de la película. McQuarrie y compañía simplemente encontraron un gran momento con la fecha de lanzamiento actual, que llega unos seis meses después de la nueva obsesión de EE.UU. con las ventajas y peligros de la IA generativa, y solo unas semanas después de que el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, anunciara un gran impulso en el Congreso hacia la regulación de la IA.

Actualmente, los temores sobre la inminente dominación de la IA están en boca de todos, especialmente porque la gran mayoría de la gente desconoce por completo las posibles implicaciones que podrían surgir en los próximos años.

Quizás es por eso que La Entidad funciona como villano, incluso si la forma en que la película la personifica con gráficos fluidos y ópticas similares a ojos es un poco cursi.

Además, la IA es un enemigo bastante inocuo. En una era de insufrible corrección política en la que las películas de acción no pueden simplemente crear un villano de otra nacionalidad, grupo étnico u organización política marginal, una computadora consciente y engañosamente malvada probablemente solo ofenderá a los defensores más inflexibles de esta tecnología —una parte significativa de los cuales ya reconocen que podría causar la extinción de la humanidad—.

Para que la última entrega de Misión Imposible logre recuperar su presupuesto de $290 millones y se convierta en un éxito de taquilla a nivel mundial, tener un enemigo anónimo al que prácticamente todos puedan odiar es definitivamente un paso en la dirección correcta.

Más villanos de IA

Quizás La Entidad en la película de Tom Cruise sea solo un indicio del futuro para los villanos en películas de acción. Tanto Agente Stone, que se estrenará en agosto, como The Creator, que llegará en septiembre, presentan enemigos de inteligencia artificial decididos a causar la destrucción global.

Sin duda, la humanidad prevalecerá y subsistirá tanto en estas películas como en Sentencia Final —después de todo, las películas de acción son en última instancia una forma de sentirse bien—, pero mientras tanto, millones de amantes del cine pueden reunirse y compartir su temor a lo que está por venir.

Fuente: Wired. Edición: MP.

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