La estructura es considerada el templo o santuario más antiguo del mundo y, de acuerdo a una nueva investigación, fue diseñada con unos principios geométricos que escapan a lo usual para simples cazadores-recolectores de hace 11.500 años.

Göbekli Tepe se levanta en el punto más alto de una extensa cadena montañosa situada a unos 15 km al nordeste de la ciudad de Sanliurfa (antigua Urfa/Edesa), en el sudeste de Turquía, cerca de la frontera con Siria. De acuerdo a lo que se sabe, el lugar habría sido levantado en el X milenio a.C. (entre 9.600 y 8.200 a.C.), antes de que comenzara la sedentarización, y abandonado misteriosamente siglos después.

Pero, a pesar de su enorme antigüedad, Göbekli Tepe no fue descubierto por el hombre moderno hasta la década de los 1990s, cuando comenzaron las excavaciones en la zona en busca de pistas sobre sus constructores y la cultura a la que pertenecían.

Ahora, dos arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv (Israel) han llegado a la conclusión de que las técnicas construcción desplegadas para levantar este asombroso complejo megalítico fueron mucho más avanzadas de lo que se pensaba.

Vista aérea de Göbekli Tepe.

«Göbekli Tepe es una maravilla arquitectónica», dice el arqueólogo Avi Gopher, uno de los autores del estudio. «Dado que no hay evidencia de agricultura o domesticación de animales en aquellos tiempos, se cree que el sitio fue erigido por cazadores-recolectores. No obstante, la complejidad arquitectónica que observamos es muy inusual para ellos».

Según los investigadores, quienes usaron un algoritmo espacial para medir y analizar la forma arquitectónica del antiguo santuario, el diseño no está compuesto de estructuras separadas sin relación, sino todo lo contrario. Están enlazadas por recintos y pilares que fueron planificados en conjunto y que, incluso, pudieron ser construidos al mismo tiempo, al contrario de lo que se creía hasta el momento.

Geometría casi perfecta

Además, los puntos centrales de los tres recintos más importantes de Göbekli Tepe (conocidos como B, C, y D), parecen estar conectados geométricamente, formando el patrón de un triángulo equilátero casi perfecto. «Una forma que sugiere una relación jerárquica y orden entre los recintos», destacan los investigadores.

«Ciertamente no esperaba hallar esto», admite el arqueólogo y coautor del estudio Gil Haklay. «Todos los recintos tienen diferentes tamaños y formas, por lo que la posibilidad de que sus puntos centrales formen un triángulo equilátero por pura casualidad, es muy baja».

Triángulo formado entre los centros de los recintos.

Tal nivel de planificación —especialmente miles de años antes del surgimiento aceptado de la escritura— hubiera requerido el uso y conteo de otro tipo de marcadores, como el trazado en el terreno y plano provisional», señalan.

Los hallazgos también podrían implicar que la cantidad de fuerza para realizar estas ambiciosas estructuras podría haber sido mucho mayor de las aceptadas para esa época de nuestra historia.

«La organización y fuerza de trabajo requerida para la construcción de la arquitectura megalítica de Göbekli Tepe debe ser multiplicada por tres, comparada con estimaciones previas; ya que hay tres recintos pensados como un conjunto», escriben los autores.

Desde luego, también es posible que este avanzado plano geométrico pueda haber sido construido en periodos de tiempo extendidos —incluso siglos, reconocen—, lo que habría reducido la presión en la mano de obra. Sin embargo, también hay que considerar que solo una pequeña fracción —quizás tan poco como un 5 por ciento— ha sido excavado en Göbekli Tepe, por lo que seguramente bajo tierra aún hay otros recintos y estructuras que podrían elevar aún más el nivel de complejidad.

Punto bisagra

Más allá de los secretos olvidados que nos cuenten estas construcciones, los expertos de Tel Aviv piensan que está muy claro que el sitio refleja un punto bisagra en la historia de la humanidad.

Uno de los pilares en Göbelki Tepe registra el impacto de un cometa hace 13.000 años, un punto que habría marcado un antes y un después para la humanidad.

«Aquí es donde comienza todo», explica Gopher. «El instinto de compartir de las sociedades de los cazadores-recolectores es reducido y surge una jerarquía; alguien presenta un espectáculo. No sé si fueron chamanes o líderes políticos, pero ciertamente se trató de una sociedad que tenía arquitectos y alguien que tuvo el poder suficiente para poner en marcha un proyecto arquitectónico y materializarlo».

Los hallazgos han sido publicados en la revista Cambridge Archaeological.

Fuente: ScienceAlert.

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 2 comentarios
Comentarios
May 15, 2020
4:10
#1 HORACIO:

ME DA RISA POR QUE SIEMPRE SUPONEN QUE LOS HABITANTES DE 10.000 AÑOS ATRAS ERAN IDIOTAS.......LOS DE AHORA SI LO SON.!!!!

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May 15, 2020
9:34
#2 ribonetti:

Lo que está claro es que inventaron a Hello Kitty. Mira bien el esquema.

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