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La deforestación de la selva amazónica se incrementó un 278 % en julio de 2019 en comparación con julio de 2018, resultando en la destrucción de 2.253 kilómetros cuadrados de vegetación, muestran nuevos datos satelitales del Instituto Nacional para la Investigación Espacial (INPE) de Brasil.
Eso equivale a un área el doble de grande que la ciudad de Los Ángeles. Y, mientras que la selva aún se extiende por 5.5 millones de km cuadrados —un poco más grande que México—, el salto en pérdida de árboles es parte de una tendencia peligrosa. De acuerdo a Associated Press, este es el pico más grande de la destrucción de la selva desde que INPE comenzó a monitorear la deforestación con su actual metodología en 2014.
Los nuevos datos fueron obtenidos dentro del programa de monitorización satelital DETER (Detección de Deforestación en Tiempo Real), cuyo objetivo es ayudar a los científicos a detectar y prevenir la tala ilegal en la Amazonia; y dados a conocer en medio de una contienda entre el INPE y el presidente brasileño Jair Bolsonaro, un escéptico del cambio climático que incluyó dentro de sus promesas de campaña el abrir más el Amazonas a intereses mineros, agriculturales, y a la explotación forestal, sin considerar las protecciones ambientales sobre estas tierras.
El viernes pasado (2 de agosto), Bolsonaro despidió al entonces director del INPE, Ricardo Galvão, luego que el instituto publicara datos satelitales mostrando un preocupante incremento en la deforestación. El primer mandatario calificó estos datos como «una mentira» y acusó a Galvão de servir a «alguna ONG».
La administración de Bolsonaro también anunció que el gobierno contratará a una compañía privada para ocuparse de la monitorización de la Amazonia.
En una declaración donde dio a conocer la noticia de su despido, Galvão defendió el trabajo del INPE y calificó a la decisión del presidente como «una vergüenza».
«Esta acción del presidente brasileño sigue a siete meses de políticas destinadas a debilitar las legislaciones ambientales y a las agencias científicas para potenciar negociados multimillonarios», reportó AP.
Como el bosque tropical más grande de la Tierra, la Amazonia absorbe tanto como 2.000 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año —a medida que sus árboles lo usan para la fotosíntesis— y libera cerca del 20 % del oxígeno de nuestro planeta.
Proteger la vegetación del Amazonas y las de otros lugares del mundo es una de las maneras más efectivas de combatir la actual crisis climática, de acuerdo a Amazonconservation.org.
Fuente: Live Science.
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1 comentario
18:28
EL AMAZONAS ES EL PULMON DE AMERICA .!!!!!! ASI QUE TODOS LOS DESFASAJES DEL CLIMA.......VIENEN DE SU TALA .
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