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Una lluvia de meteoros completamente nueva ocurrirá a finales de este año y es posible que nunca vuelva a suceder.
Durante aproximadamente un período de 10 días, desde finales de septiembre hasta octubre (con el pico previsto para el 7 de octubre), la lluvia de meteoros «Finlay-id» enviará pequeños trozos de polvo de cometas sobre la parte sur del planeta.
Desafortunadamente, no mucha gente podrá observar el evento por dos razones. Solo será visible en las partes más australes de la Tierra y los meteoros serán extremadamente difíciles de ver —ya que serán excepcionalmente débiles—.
En una entrevista con Space.com, Diego Janches, astrofísico investigador del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, lo describió como «no solo una lluvia de meteoros interesante sino también una lluvia de meteoros muy difícil de observar».
Se cree que la lluvia de meteoros provendrá de la constelación Ara (o el Altar) que se encuentra no lejos de la constelación de Escorpio, justo debajo de la cola del escorpión. Hay siete estrellas en la constelación de Ara, así como varios exoplanetas conocidos.
El razonamiento detrás de las lluvias de meteoros se debe a que cuando la Tierra viaja alrededor del Sol, a veces se mueve a través de los escombros que dejan los asteroides y los cometas. Normalmente, las nubes de escombros permanecen en el mismo lugar, por lo que una vez al año la Tierra tiene sus lluvias de meteoros anuales.
En cuanto a Finlay-id, nuestro planeta viajará a través del polvo que dejó el cometa 15P/Finlay de dos millas de ancho. Si bien los expertos no creen que este evento vuelva a suceder, si lo hace, no ocurrirá anualmente.
Los pequeños gránulos del cometa 15P/Finlay han sido ralentizados por el viento solar, así como por las perturbaciones gravitacionales de nuestro sol y Júpiter. Es por eso que la Tierra viajará a través de él a finales de este año, lo que provocará una lluvia de meteoros.
Pero presenciarlo no será fácil, como bien explicó Janches, «va a ser una lluvia de meteoros difícil de observar, porque los meteoros van a ser muy lentos». Asimismo, agregó que cuando vemos una estrella fugaz, «observamos la luz que se produce cuando interactúan con la atmósfera, o la ionización que producen cuando interactúan con la atmósfera». Sin embargo, dado que Finlay-id solo viajará a una velocidad de aproximadamente 6,8 millas por segundo (11 km/s), esto hace que cualquiera de los escenarios sea extremadamente difícil.
Para observar correctamente los meteoros, se necesitará un equipo que pueda detectar estas pequeñas partículas de movimiento lento. Y solo los que viven en el extremo sur tendrán la oportunidad de verlos con el equipo especial, como aquellos que viven en Sudáfrica, Nueva Zelanda, o la Patagonia —por ejemplo, Janches los observará desde el sur de Argentina con su equipo—.
Los astrónomos todavía tienen mucho trabajo por hacer para comprender mejor este evento único.
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