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Si piensas que el Sahara está solo cubierto de dunas de arena y rocas, tal vez sea tiempo de modificar un poco esa noción.
En un área de África 30 veces más grande que Dinamarca, un equipo internacional liderado por la Universidad de Copenhague ha contado cerca de 1.800 millones árboles y arbustos. La zona estudiada tiene 1.3 millones de kilómetros cuadrados y abarca la porción más occidental del Sahara, el Sahel y regiones sub-húmedas del sur.
«Nos sorprendió mucho el ver semejante cantidad de árboles creciendo en el desierto del Sahara, porque hasta ahora, la mayoría de gente pensaba que virtualmente estos no existían. Contamos cientos de millones, algo que no hubiera sido posible sin la asistencia de la tecnología. De hecho, pienso que esto marca el inicio de una nueva era científica», dijo el profesor Martin Brandt, autor principal del estudio publicado en Nature.
Las imágenes satelitales normales son incapaces de identificar árboles individuales, literalmente son invisibles. Esto junto con el interés limitado en contar árboles fuera de las áreas forestadas llevó a la idea predominante que casi no había árboles en esta región del mundo en particular.
Pero si se combinan las imágenes satelitales —en este caso provistas por la NASA— con un algoritmo de aprendizaje profundo (inteligencia artificial), la historia es muy diferente. Y esto permitió contar por primera vez árboles a lo largo de una zona desértica.
«Se trata de un árbol por hectárea en promedio en el Sahara hiperárido. No suena mucho, pero creo que es más de lo que uno podría haber pensado», detalló Brandt. Además, aclaró que el área investigada representa solo el 20 % del Sahara y el Sahel, «por lo que el recuento total de árboles es mucho mayor».
El nuevo conocimiento obtenido por los científicos es importante por varias razones. Por ejemplo, representa un factor desconocido a la hora de hablar de la cantidad de carbono global.
«Los árboles fuera de las áreas boscosas no son usualmente incluidos en los modelos climáticos, y sabemos muy poco sobre su almacenamiento de carbono. Son básicamente un punto vacío en los mapas y un componente ignorado en el ciclo global del carbono», explicó el profesor.
Además, el estudio presentado contribuye a entender mejor la importancia de los árboles para la biodiversidad, los ecosistemas y para las personas que viven cerca de ellos. En particular, este conocimiento es importante para desarrollar programas que promuevan la agroforestería, la cual juega un papel ambiental y socioeconómico mayor en estas regiones áridas.
«Por ende, también estamos interesados en utilizar los satélites para determinar la especie de los los árboles, dado que esto es significante en relación a su valor para la población local que utiliza los recursos de madera como parte de su sustento. Los árboles y sus frutos son consumidos tanto por humanos como por el ganado, y cuando son preservados en los campos, tienen un efecto positivo en las cosechas al mejorar el balance de agua y nutrientes», señaló el profesor Rasmus Fensholt, coautor del estudio.
La investigación en la que se basa el artículo científico contó con la colaboración del Departamento de Ciencia Computacional de la Universidad de Copenhague, donde los expertos desarrollaron un algoritmo de aprendizaje profundo específicamente programado para contar árboles en un área lo más grande posible.
Los investigadores le enseñaron al algoritmo cómo lucía un árbol al «alimentarlo» con miles de imágenes de varios árboles. Basado en el reconocimiento de sus formas, el modelo pudo identificar y mapear automáticamente árboles en grandes áreas y miles de imágenes. Al algoritmo le tomó solo horas lo que a los humanos le hubiera llevada varios años lograr.
«Esta tecnología tiene un enorme potencial en cuanto a documentar cambios y contribuir hacia las metas climáticas a escala global. Estamos motivados a desarrollar este tipo de inteligencia artificial benéfica», concluyó el profesor y coautor del artículo Christian Igel.
El próximo paso es llevar el conteo a un área más extensa de África. Y, a largo término, crear una base de datos global de todos los árboles creciendo fuera de los grandes bosques y selvas.
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1 comentario
11:19
Es que la especie humana aún es muy primitiva, y prácticamente se niega a la evolucion, la culpa de los problemas ambientales es de todos y cada uno de los habitantes de este planeta, en el que la gran mayoría solo piensa en construir ¨juguetes¨ de destrucción masiva. Olvidando que esta es la casa de todos y es el único lugar en el que es posible nuestra forma de vida, cuando nos extingamos otras especies lo poblaran como ya antes ha ocurrido.
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