Mystery Planet es un sitio web que ofrece noticias y artículos sobre ciencia y misterios. Para estar al tanto de todo lo que publicamos, además de seguirnos en nuestras redes sociales o suscríbete a nuestro boletín de noticias, te invitamos a nuestro canal de Telegram.
Una ordinaria pesca veraniega convirtió a una pareja rusa en protagonista de una verdadera odisea.
Todo empezó cuando Nadezda y su novio Mijaíl compraron un bote inflable y decidieron alejarse de la civilización. Dos horas después de la compra abandonaron la costa rusa desde una aldea al suroeste del puerto naval más grande de Rusia, Novorossiysk.
La pareja tomó consigo solo dos remos, una caja con cabos y cables, cuatro cañas de pescar, un paquete de pipas y una linterna.
Después de alejarse de la orilla, Nadezda y Mijaíl no consiguieron volver. Tras perder un remo, su bote inflable entró finalmente en mar abierto y flotó en dirección norte, hacia Anapa y hasta Taman.
Al ver barcos, la pareja gritaba, agitaba la ropa y prendía la linterna, pero todo era en vano. «Ningún barco prestó atención», dijo Nadezda al periódico ruso Nasha Gazeta.
Durante una tormenta, el bote volcó repetidamente y la pareja perdió todas sus pertenencias.
En su odisea, los desventurados vieron un submarino y una manada de delfines: «Los delfines nadaban cerca de nosotros por la mañana y por la tarde, pero atarlos [y que nos impulsaran] no era una opción. No hubo tales historias fantásticas».
Los jóvenes sufrían alucinaciones, quemaduras y empezaban a perder la esperanza cuando por fin fueron rescatados por los tripulantes del petrolero Critie Rock, con bandera griega, cerca del puente de Crimea.
Su capitán, llamado Christos (Cristo) Konstantinidis, prestó primeros auxilios a las víctimas. Además, las ayudó a ponerse en contacto con los parientes que los estaban buscando.
Nadezda y Mijaíl, ambos cristianos, consideran una señal que el capitán que los salvó se llame Cristo. Según su relato, rezaron a lo largo de su paso por el mar Negro. Pero Christos, por el contrario, el día en que los dos rusos fueron rescatados decidió no rezar como lo hacía habitualmente. Gracias a este cambio de rutina, el capitán estaba en la cubierta del petrolero y pudo divisarlos.
Fuente: Sputnik.
¿Te gustó lo que acabas de leer? ¡Compártelo!
Artículos Relacionados
0 comentarios