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De acuerdo a un antropólogo, los miembros de Homo floresiensis todavía habitan la isla de Indonesia donde sus fósiles ayudaron a identificar una nueva especie humana hace menos de 20 años. Y habría varios testigos oculares que así lo acreditan.
En un ensayo para la revista The Scientist, el antropólogo y etnobiólogo retirado Gregory Forth describe por qué cree que Homo floresiensis, como los llamó el famoso antropólogo Mike Morwood cuando encontró los huesos de la era del Pleistoceno en Flores en 2004, aún puede estar vivo y salvo en los bosques de la isla.
El descubrimiento de Morwood de H. floresiensis sacudió al mundo científico cuando informó por primera vez de sus hallazgos. En palabras de Forth, fue «equivalente al descubrimiento de un extraterrestre». Se suponía que esta especie humanoide, apodada «el Hobbit» por la cultura pop, estaba extinta, pero como detalla Forth en su próximo libro Between Ape and Human, una tribu local llamada Lio ha descrito encuentros con una diminuta criatura que él cree puede ser un integrante de la mismísima especie H. floresiensis.
«Mi objetivo al escribir el libro era encontrar la mejor explicación —es decir, la más racional y mejor respaldada empíricamente— de los relatos de los Lio sobre las criaturas», escribió Forth. «Estos incluyen informes de avistamientos de más de 30 testigos oculares, con todos los cuales hablé directamente. Y concluyo que la mejor manera de explicar lo que me dijeron es que un homínido no sapiens ha sobrevivido en Flores hasta el presente o tiempos muy recientes».
El entnobiólogo describe cómo en la mitología de Lio, los humanos pueden transformarse en otras especies como parte de «mudarse a nuevos entornos y adoptar nuevas formas de vida» —un mito, según la descripción dada en su trabajo de campo, que podría sugerir una conexión entre los humanos y sus ancestros H. floresiensis—.
Aunque deja los detalles fisiológicos de esta especie humanoide supuestamente no contactada para ser leídos en su libro, Forth señala que la gente de Lio encuentra «la apariencia del hombre-mono como algo incompletamente humano» que, según su estimación, es «problemático e inquietante» para este grupo indígena.
En referencia a su experiencia, también critica a la antropología en su conjunto, apuntando a la paradójica omisión o subestimación académica de aquello que dicen o cuentan los indígenas de la región —algo que muchos han tildado también de racista—.
«Nuestro instinto inicial, sospecho, es considerar a los hombres-mono existentes de Flores como completamente imaginarios. Pero, tomando en serio lo que dice la gente de Lio, no he encontrado ninguna buena razón para pensar así. Lo que dicen sobre las criaturas, complementado con otro tipo de evidencia, es totalmente consistente con una especie de homínidos sobrevivientes, o una que se extinguió en los últimos 100 años», dijo.
«Los paleontólogos y otros científicos de la vida harían bien en incorporar ese conocimiento indígena en las investigaciones continuas de la evolución de los homínidos en Indonesia y en otros lugares. Por las razones que discuto en el libro, ningún zoólogo de campo está buscando especímenes vivos de H. floresiensis o especies de homínidos relacionados. Pero esto no significa que no se puedan encontrar», concluyó Forth.
Fuente: The Scientist. Edición: MP.
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1 comentario
20:20
El tema me recuerda a un reportaje sobre unos hombres pequeños caníbales reportados en una Isla de Nueva Guinea donde el explorador sobreviviente fue recluido por asesinar a su colega y posteriormente se recobro material fotográfico y se pudo verificar que su versión era real, aunado a esto el folclor de la región habla de estos pequeños humanos que robaban sus niños y los comían, el ser de la película es un humano pequeño no por eso deja de ser aterrador, considero y quisiera que fuera probable que ese hominido siga vivo hasta nuestros días.
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