Carl Sagan: ¿El padre de la hipótesis de los antiguos astronautas?

Si bien los escépticos ovni más dogmáticos lo tienen en alta estima, un artículo escrito por el astrónomo en 1962 señala que, en el pasado, la Tierra fue visitada por extraterrestres cada 10.000 años, siendo las leyendas de los dioses sumerios una muestra de ello.

La hipótesis de los antiguos astronautas ganó popularidad después de que el autor suizo Erich von Däniken publicara su famosa obra Recuerdos del Futuro (Erinnerungen an die Zukunft) en 1968. No obstante, varios años antes, un joven Carl Sagan ya había planteado la idea en un artículo científico titulado Contacto Directo entre Civilizaciones Galácticas mediante el Vuelo Espacial Relativista Interestelar, el cual fue publicado en la revista Planetary and Space Science.

En este texto poco conocido, Sagan realizó un análisis estadístico sobre la probabilidad de que existiera vida inteligente y tecnológicamente avanzada en nuestra galaxia y las probabilidades de que la Tierra hubiera sido visitada por extraterrestres. Una de sus conclusiones fue que «otras civilizaciones, eones más avanzadas que la nuestra, deben estar hoy surcando los espacios entre las estrellas».

El astrónomo afirmó que, comenzando hace un par de millones de años, la Tierra habría sido visitada y monitoreada periódicamente; pero cuando la última era glacial disminuyó, el (paleo)contacto habría aumentado de manera notable debido al interés de los alienígenas en el desarrollo humano.

Su análisis estadístico final contenía esta asombrosa frase:

«Las estadísticas presentadas anteriormente en este documento sugieren que la Tierra ha sido visitada por varias civilizaciones galácticas muchas veces (posiblemente ~ 10^4) durante el tiempo geológico».

¡Eso son 10.000 visitas! Y sugería que los visitantes podrían haber sido vistos como dioses y que las historias antiguas, como el relato babilónico sobre el origen de la civilización sumeria a través de los Apkallu —representantes de una sociedad avanzada, no humana y posiblemente extraterrestre—, eran una muestra de ello.

La hipótesis de los antiguos astronautas sostiene que seres extraterrestres han visitado el planeta Tierra en el pasado, siendo los responsables, en varios grados, del origen y desarrollo de las culturas humanas, las tecnologías y las religiones. Crédito: Ancient Aliens, History UK.

«No está fuera de la cuestión que aún existan artefactos de estas visitas, o incluso que se mantenga algún tipo de base (posiblemente de manera automática) dentro del sistema solar para garantizar la continuidad de expediciones sucesivas», escribió Sagan.

«Dada la erosión y la posibilidad de detección e interferencia por parte de los habitantes de la Tierra, sería preferible no establecer dicha base en la superficie terrestre. La Luna parece una alternativa razonable. La próxima exploración fotográfica de alta resolución de la Luna desde vehículos espaciales, especialmente de su lado oscuro, podría tener en cuenta estas posibilidades. También existen otros lugares en el sistema solar que podrían resultar de interés en este contexto. El contacto con dicha base proporcionaría, por supuesto, la verificación más directa de las conclusiones del presente documento», añadió.

El Sagan escéptico

Paradójicamente, Sagan es recordado por haber expresado posteriormente que el fenómeno moderno no era de origen extraterrestre. Un punto de inflexión para generar esta aparente contradicción puede haber estado en 1966, cuando participó como miembro del Comité Ad Hoc para la Revisión del Proyecto Libro Azul, promovido en por la Fuerza Aérea de los EE.UU. para investigar las oleadas de ovnis.

Un par de años después, en 1968, Harvard le denegaría la titularidad bajo el pretexto de que tenía intereses científicos que abarcaban áreas demasiado amplias —¿como los ovnis tal vez?—.

Desde ese momento, el astrónomo dedicaría sus esfuerzos a la búsqueda de inteligencia extraterrestre muy lejos de nuestro planeta, convirtiéndose en un ferviente defensor del programa SETI. Además, colaboraría con el Dr. Frank Drake en la elaboración del mensaje de Arecibo, una transmisión de radio dirigida al espacio que se emitió desde el ya destruido radiotelescopio en Puerto Rico el 16 de noviembre de 1974, con el propósito de informar sobre la existencia de la Tierra a posibles civilizaciones extraterrestres.

Por MysteryPlanet.com.ar.