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La Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO por sus siglas en inglés), ha publicado su informe oficial de 2023. Este grupo está dirigido por el Dr. Sean Kirkpatrick y recientemente pasó a estar bajo el control de Kathleen Hicks, Subsecretaria de Defensa de los Estados Unidos.
Crédito: Bruce Pennington.
La mayoría de la comunidad ufológica no espera mucho de esta nueva oficina del Pentágono; de hecho, la han acusado de ser un reboot del Proyecto Blue Book (1952-1969), cuya principal meta en su época fue —en palabras de su consultor más célebre, el Dr. J. Allen Hynek— desinformar y manipular información para mantener al público calmado.
Y, efectivamente, el nuevo informe publicado por AARO en su sitio web no ha revelado información relevante. Sus conclusiones se basan en un total de 291 casos que fueron reportados a la oficina desde el 31 de agosto de 2022 hasta el 30 de abril de 2023.
Portada del informe.
Algunos aspectos destacados que se pueden encontrar en el documento incluyen:
Los informes principalmente cubren observaciones realizadas en el espacio aéreo de los Estados Unidos y las aguas costeras.
Más de 100 informes de incidentes relacionados con Fenómenos Anómalos No Identificados (UAPs) fueron provistos por la Administración Federal de Aviación (FAA). La gran mayoría se refieren a avistamientos de luces no identificadas sin una forma específica, a altitudes estimadas ampliamente variables. Ninguno de estos informes sugiere que los UAPs estuvieran exhibiendo características anómalas.
Hasta la fecha, no se ha confirmado que los encuentros con UAPs hayan contribuido directamente a efectos adversos relacionados con la salud en los observadores. No obstante, muchos informes de testigos militares presentan posibles preocupaciones en cuanto a la seguridad de los vuelos, y existen algunos casos en los que los UAPs avistados han mostrado potencialmente una o varias características de rendimiento preocupantes, como viajes a alta velocidad o maniobrabilidad inusual.
Los esfuerzos analíticos de AARO están confirmando que solo un porcentaje muy pequeño de los informes de UAPs muestran firmas interesantes, como viajes a alta velocidad y morfologías desconocidas.
AARO buscará integrar del dominio marítimo el próximo año por medio de una colaboración con la Marina de los Estados Unidos y NIM-MIL. Es decir, investigará también los objetos submarinos (o sumergibles) no identificados.
Según la capacidad para resolver casos hasta la fecha y el aumento en la calidad de los datos recopilados, es probable que la naturaleza no identificada y presuntamente anómala de la mayoría de los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAPs) se resuelva como fenómenos ordinarios, lo que conducirá a una reducción significativa en la cantidad de informes de casos de UAP.
A continuación, el documento completo para su descarga:
John Greenewald no es santo de mi devoción, pero esto que dice estoy completamente de acuerdo con él. Kirkpatrick es parte del encubrimiento, no de la solución.
Esta es una parte preocupante del nuevo informe…
Ya llevo mucho tiempo hablando del secretismo excesivo que rodea a los UAP, pero también de cómo se combina con su voluntad de admitir abiertamente que los investigan y de cómo hablan libremente sobre cómo reciben casos de UAP de varias ramas militares, mientras predican sobre “transparencia”. Es una extraña mezcla de todo eso.
Una vez que los datos estén ajustados y sean adecuados, la mayoría, si no todos, los casos de UAP se resolverán y serán simplemente “ordinarios”.
Así es exactamente como el Proyecto Libro Azul avanzó y luego terminó. Todo empezó con una “amenaza” y el interés público; el personal militar y políticos prominentes le dieron más credibilidad al fenómeno OVNI a medida que avanzaba, lo que prolongó la financiación y el interés; los militares “investigaron” los casos; concluyeron que la mayoría eran explicables; convocaron a un panel de científicos para que examinaran los hallazgos de forma independiente; y todo terminó cuando los militares detuvieron el interés y suspendieron toda financiación durante más de 40 años.
Bueno, dado todo eso, si AARO todavía está dispuesta a presentar todo esto por escrito al Congreso esta semana, probablemente no sea una buena señal para quienes mantienen esperanzas de “divulgación” de cualquier forma.
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John Greenewald no es santo de mi devoción, pero esto que dice estoy completamente de acuerdo con él. Kirkpatrick es parte del encubrimiento, no de la solución.
Esta es una parte preocupante del nuevo informe…
Ya llevo mucho tiempo hablando del secretismo excesivo que rodea a los UAP, pero también de cómo se combina con su voluntad de admitir abiertamente que los investigan y de cómo hablan libremente sobre cómo reciben casos de UAP de varias ramas militares, mientras predican sobre “transparencia”. Es una extraña mezcla de todo eso.
Una vez que los datos estén ajustados y sean adecuados, la mayoría, si no todos, los casos de UAP se resolverán y serán simplemente “ordinarios”.
Así es exactamente como el Proyecto Libro Azul avanzó y luego terminó. Todo empezó con una “amenaza” y el interés público; el personal militar y políticos prominentes le dieron más credibilidad al fenómeno OVNI a medida que avanzaba, lo que prolongó la financiación y el interés; los militares “investigaron” los casos; concluyeron que la mayoría eran explicables; convocaron a un panel de científicos para que examinaran los hallazgos de forma independiente; y todo terminó cuando los militares detuvieron el interés y suspendieron toda financiación durante más de 40 años.
Bueno, dado todo eso, si AARO todavía está dispuesta a presentar todo esto por escrito al Congreso esta semana, probablemente no sea una buena señal para quienes mantienen esperanzas de “divulgación” de cualquier forma.
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