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Un tesoro de unas 200 monedas de la época romana, el mayor descubierto en el noroeste de España, quedó expuesto gracias a los aparentes esfuerzos de un tejón hambriento que buscaba comida, dijeron los arqueólogos.
Descritas como «un hallazgo excepcional», las monedas fueron halladas en abril de 2021 en la cueva de La Cuesta en Berció, región de Asturias. Los detalles han sido publicados recientemente por la Universidad Autónoma de Madrid en sus Cuadernos de Prehistoria y Arqueología.
El tesoro —compuesto por piezas que datan entre el siglo III y V después de Cristo— probablemente fue desenterrado por un tejón que buscaba comida durante la gran tormenta de nieve que paralizó España en enero de 2021.
En ese momento, muchas criaturas luchaban por encontrar bayas, gusanos o insectos para comer, y este desafortunado mamífero solo desenterró un puñado de discos de metal no comestibles que luego fueron descubiertos por un lugareño.
«En el piso de la cueva... en la arena probablemente excavada por tejones en la entrada de su asentamiento, encontramos las monedas», escribieron los arqueólogos después de investigar el sumidero y exhumar más monedas, hasta un total de 209.
La mayoría de este tesoro de la era romana tardía «se origina en el norte y el este del Mediterráneo, en Antioquía, Constantinopla, Tesalónica, que luego pasaron por Roma y Arles y Lyon en el sur de Francia, aunque al menos una moneda provino de Londres», escribieron.
«La cantidad de monedas recuperadas, así como el indudable interés arqueológico de la transición a la época altomedieval, hacen del tesoro descubierto en Berció un hallazgo excepcional», agregan.
Los investigadores destacaron que las monedas probablemente se trasladaron allí en el «contexto de inestabilidad política» relacionado en particular con la invasión de los suevos, un pueblo germánico, que invadió la parte noroeste de la península ibérica en el siglo V.
Cuando el invasor o el enemigo se acercaba, los dueños de las monedas las ocultaban en los lugares más insospechados para, una vez pasado el peligro, recuperarlas. Pero no siempre lo lograban.
Por último, el informe añade que el depósito de piezas rescatado es, no obstante, una mínima parte de «un conjunto monetario mucho mayor, hoy desaparecido, tal como demuestra el haber encontrado varias monedas en distintas zonas de la cavidad».
De momento, tal vez solo el tejón anónimo puede saber dónde se encuentra el resto del tesoro.
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