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Un megarayo que se extendió 768 kilómetros a través de tres estados de EE.UU. ha establecido un nuevo récord mundial para el más largo jamás registrado.
Comenzó cerca de la ciudad de Wiggins en Mississippi a las 09:32 ET del 29 de abril de 2020 y atravesó los cielos de Luisiana y Texas hacia Freeport en el Golfo de México, con una duración total de ocho segundos y medio. La distancia total recorrida es equivalente a la que hay entre Londres y la ciudad alemana de Hamburgo, según comentaron los expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU.
Así, superó el récord anterior, que se estableció en Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, el 31 de octubre de 2018, con unos 60 km.
Anteriormente, el comité de expertos en condiciones meteorológicas y climáticas extremas de la OMM también había informado de un nuevo récord mundial de duración de un relámpago, cuando un solo rayo que se desarrolló continuamente a través de una tormenta eléctrica sobre Uruguay y el norte de Argentina el 18 de junio de 2020 duró 16,7 segundos —0,37 segundos más que el récord anterior establecido el 4 de marzo de 2019, también en Argentina—.
«Estos son registros extraordinarios de eventos de relámpagos únicos», dijo Randall Cerveny, relator de la OMM sobre condiciones meteorológicas y climáticas extremas. «Los extremos ambientales son medidas vivas del poder de la naturaleza, así como el progreso científico para poder hacer tales evaluaciones».
La tecnología utilizada para detectar la longitud y la duración de los relámpagos ha mejorado drásticamente en los últimos años, lo que permite registros mucho mayores de lo que alguna vez fue la norma.
Los registros anteriores de megarayos, de 2018 y 2019, fueron los primeros verificados con la nueva tecnología de imágenes satelitales y fueron más del doble de los registros que los precedieron utilizando datos recopilados de tecnología terrestre.
«Es probable que todavía existan eventos extremos aún mayores, y que podamos observarlos a medida que mejore la tecnología de detección de rayos», dijo Cerveny, de la Universidad Estatal de Arizona.
La OMM destacó que los nuevos impactos récord ocurrieron en las Grandes Llanuras en América del Norte y la cuenca de La Plata en América del Sur, conocidos como puntos críticos para las tormentas eléctricas del llamado Sistema Convectivo de Mesoescala (MCS), que permiten megadestellos.
Hizo hincapié en que los rayos que establecieron los nuevos récords no fueron eventos aislados, sino que ocurrieron durante tormentas eléctricas activas y de gran escala, lo que las hace aún más peligrosas.
«Los relámpagos son un peligro importante que cobra muchas vidas cada año», dijo el jefe de la OMM, Petteri Taalas. «Los hallazgos resaltan importantes preocupaciones públicas sobre la seguridad de los rayos para las nubes electrificadas donde los destellos pueden viajar distancias extremadamente grandes».
La OMM señaló que los únicos lugares seguros contra los rayos son los grandes edificios con cableado y plomería, o los vehículos completamente cerrados con techo de metal.
La agencia de la ONU mantiene registros globales oficiales para una variedad de estadísticas relacionadas con el tiempo y el clima, incluida la temperatura, la lluvia y el viento. Estos se almacenan en el Archivo de Extremos Meteorológicos y Climáticos de la OMM, que actualmente incluye otros dos hechos extremos relacionados con rayos.
Uno es para la mayoría de las personas muertas por un solo rayo directo, cuando 21 personas murieron en Zimbabue en 1975 mientras se acurrucaban para ponerse a salvo en una choza que fue alcanzada. El otro es por un ataque indirecto, cuando 469 personas murieron en Dronka, Egipto, cuando un rayo cayó sobre un conjunto de tanques de petróleo en 1994, provocando que el petróleo en llamas inundara la ciudad.
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