Miles de documentos y reportes OVNI son donados a una universidad canadiense

Entre los documentos figura un famoso encuentro cercano del segundo tipo, donde el testigo principal es dejado con cicatrices tras la experiencia.

En los cielos del norte de Canadá se suceden gran cantidad de misteriosos fenómenos, ya sea naturales (sino pregúntenle a nuestro amigo STEVE) o de origen desconocido. Entre estos últimos no faltan los avistamientos de ovnis.

Ahora, los buscadores de la verdad en la Universidad de Manitoba, en Winnipeg, seguro tendrán un invierno muy ocupado, pues a su disposición habrá más de 30.000 documentos sobre ovnis que han sido donados para los archivos de la escuela.

La donación viene como cortesía de Chris Rutkowski, un escritor científico y prolífico ufólogo canadiense. Su colección incluye más de 20.000 reportes de ovnis de los últimos 30 años, además de 10.000 documentos del gobierno de Canadá relacionados con el fenómeno. Algunos de estos documentos hacen referencia a un famoso encuentro cercano conocido como el incidente de Falcon Lake —un encuentro que el investigador reconoce como «el mejor caso ovni documentado»—.

«Incluso le gana al caso Roswell de 1947, porque los Estados Unidos todavía no reconocieron que algo haya sucedido», le dijo Rutkowski a la CBC.

El susodicho incidente ocurrió el 20 de mayo de 1967, cuando un geólogo aficionado llamado Stefan Michalak estaba haciendo unas prospecciones de cuarzo cerca de Falcon Lake (lago Falcon) en Manitoba —provincia canadiense que limita al sur con Dakota del Norte (EE.UU.) y se extiende por 1.200 kilómetros—. Durante su investigación, Michalak fue sorprendido por una agitada bandada de gansos que se abalanzó en su dirección. Según lo que cuenta, estas aves estaban huyendo de dos objetos brillantes que estaban en el cielo. Uno de estos objetos se fue volando mientras que el otro aterrizó sobre unas rocas.

Michalak se apresuró a dibujar en su cuaderno de notas la extraña nave en forma de platillo que estaba viendo (estos dibujos están ahora en posesión de la Universidad de Manitoba), para luego acercarse a echar un vistazo. El aire alrededor estaba caliente y olía a azufre, mientras que de la nave salían zumbidos chirriantes. El platillo estaba demasiado caliente —tanto que quemó la punta de los dedos en los guantes de Michalak cuando la tocó—. También unas voces parecían provenir de su interior.

Una puerta estaba abierta en la nave, y el geólogo esperaba encontrarse con pilotos de la Fuerza Aérea dentro. En su lugar, vio apenas un panel de luces parpadeantes antes que la puerta se cerrara abruptamente, como si los tripulantes de aquel extraño ingenio se hubieran dado cuenta de la presencia de un intruso. Entonces, la nave comenzó a rotar y una rejilla con agujeros circulares en su exterior despidió un gas caliente sobre el abdomen del Michalak, que no llegó a alejarse lo suficiente.

Stefan Michalak portando unas gafas de soldador que asegura haber usado al mirar a través de la puerta del platillo volador. (My encounter with the UFO/Stefan Michalak).

Este hecho puso en llamas la ropa del testigo y lo dejó con quemaduras de primer grado en su estómago, donde quedó grabado a fuego el patrón de la rejilla de la nave. Un hospital en Winnipeg trató sus quemaduras, que posteriormente evolucionaron en habones. Además, mareos, diarrea, y desmayos se prolongaron por varias semanas.

La ropa que llevaba el testigo al momento del encuentro cercano.

Michalak reportó el incidente tanto a las autoridades canadienses como estadounidenses, y eventualmente completó una evaluación física y psíquica en la clínica Mayo en Minnesota. Esta prestigiosa clínica determinó que el hombre no mentía ni alucinaba.

Un año después, varias piezas de metal retorcido fueron recuperadas del supuesto lugar donde aterrizó el platillo volador. Las pruebas mostraron que el metal era altamente radiactivo... La ropa que había llevado puesta el testigo y muestras del terreno también fueron analizadas arrojando similares resultados.

El patrón de la rejilla de la nave quedó grabado en el abdomen de Michalak.

Cabe destacar que el objeto protagonista del caso dejó una marca en el terreno donde no creció la vegetación. Esta tiene un diámetro de 4 metros y medio y es circular.

Hasta el día de hoy, ni las autoridades de Canadá ni las de Estados Unidos han sido capaces de explicar el evento.

Fragmento de metal radiactivo recuperado de la escena.

Todos los registros sobre el incidente de Falcon Lake obtenidos por Rutkowski, más miles de otros encuentros cercanos con ovnis reportados, estarán pronto disponibles en los Archivos y Colecciones Especiales de la Universidad de Manitoba. La institución, además, planea recaudar fondos para digitalizar todos los documentos y ponerlos disponibles online (si quieres colaborar, puedes hacerlo AQUÍ).

Fuente: CBC. Edición: Live Science.