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Una nueva investigación sugiere que las enigmáticas esferas de Dyson —esas hipotéticas megaestructuras que una civilización alienígena avanzada podría construir para rodear una estrella y aprovechar toda su energía— podrían ser más que solo ciencia ficción... pero solo en sistemas estelares muy específicos.
Desde que el físico Freeman Dyson propuso la idea en los años 60, estas colosales esferas han capturado la imaginación de científicos y entusiastas del espacio por igual. Dyson teorizó que una civilización lo suficientemente avanzada podría desmantelar un planeta gigante como Júpiter para crear una esfera que encapsulara su estrella, obteniendo así una superficie habitable inmensa y una fuente de energía casi infinita. Sin embargo, un gran problema ha acompañado siempre a este concepto: la inestabilidad gravitacional.
El problema radica en que dentro de una esfera hueca, la gravedad interna se cancela, dejando la estructura sin un anclaje gravitacional al astro. Esto podría hacer que eventualmente la estrella choque contra la esfera, destruyéndola.
Pero un estudio reciente publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society por el ingeniero Colin McInnes, de la Universidad de Glasgow, ofrece una posible solución: construir la esfera en un sistema binario, es decir, con dos estrellas.
McInnes analizó diferentes configuraciones en sistemas estelares dobles para encontrar un punto donde una esfera de Dyson pudiera mantenerse estable. Descubrió que en sistemas donde una de las estrellas es significativamente más pequeña que la otra —no más del 10 % de la masa de su compañera—, existe una disposición viable. En este caso, la esfera podría rodear a la estrella más pequeña, cuya órbita alrededor de la estrella mayor serviría como ancla gravitacional, evitando el colapso de la estructura.
Eso sí, hay limitaciones importantes: la esfera debe ser extremadamente liviana y delgada para no alterar el equilibrio gravitacional del sistema, y la diferencia de masas entre las dos estrellas debe ser considerable. Además, el estudio no aborda los desafíos técnicos de construir una estructura de tal magnitud.
Aunque aún estamos lejos de poder construir una esfera de Dyson, este tipo de estudios podría ser clave en la búsqueda de vida inteligente en el universo. Si alguna civilización alienígena ha logrado levantar una, lo más probable es que haya elegido un sistema binario con estas características. Por eso, los astrónomos podrían enfocar sus esfuerzos en estrellas brillantes con compañeras tenues que emitan una firma infrarroja difusa: el posible calor residual de una esfera de Dyson en funcionamiento.
Vale recordar que en la búsqueda más reciente de este tipo se identificaron siete posibles candidatas.
¿Estamos ante el primer indicio de tecnología alienígena en el cosmos?
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