Una estrella binaria situada a 350 años luz, en la constelación de Libra, se atenúa de manera impredecible y ha desconcertado a los astrónomos, que por ahora no encuentran una explicación natural para lo observado.

Los sistemas estelares binarios son aquellos con dos estrellas. En este caso, los investigadores —liderados por S. Rappaport, del Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial— han descubierto uno durante la misión extendida K2 del telescopio Kepler. Su nombre: EPIC 249706694 (HD 139139). El misterio: está desafiando la explicación de lo que se conoce como «periodicidad de tránsito».

Un tránsito es la atenuación que se produce cuando un planeta (u otro objeto) pasa entre su estrella y la Tierra, bloqueando parte de la luz de la estrella. Los tránsitos generalmente se deben a la órbita de los planetas, lo que significa que tienden a ocurrir de manera regular y predecible, conocida como su periodicidad.

Al examinar a EPIC 249706694 durante 87 días, lo que descubrieron fue 28 descensos bruscos en la luminosidad, 26 de ellos de la misma intensidad, y dos más acusados.

HD 139139 (EPIC 249706694).

Como primera consideración, los astrónomos pensaron que podría tratarse de exoplanetas. El problema es que los cambios en el brillo no muestran ninguna periodicidad. Son completamente aleatorios y, pese a todo, la curvatura de luz que ejercen es exactamente idéntica. Además, de ser exoplanetas los responsables, tendrían que tener todos el mismo tamaño y masa, algo por mucho improbable y que llevó finalmente a descartar esta posibilidad.

También tuvieron en cuenta la posibilidad de uno o más planetas desintegrados en el sistema, tal vez debido a una gran colisión. No obstante, el patrón de tránsito detectado coincide más con el de objetos grandes y de bordes definidos, no con el de una nube de pequeños asteroides o polvo.

Esto último también deja afuera que se trate de disco de acreción. Además la estrella binaria es demasiado vieja para tener gas y polvo girando a su alrededor en espera que se formen nuevos mundos.

Imagen compuesta de EPIC 249706694.

Todo este descarte de fenómenos cósmicos naturales ha dejado perplejos a los investigadores, quienes ya están pidiendo a otros en el campo, particularmente a aquellos que tienen acceso a telescopios potentes, que echen un vistazo para ver si pueden proporcionar una explicación para el comportamiento errático.

Mientras tanto, los más heterodoxos no descartan que el fenómeno pueda ser causado por una megaestructura alienígena construida entre o alrededor de las estrellas. Esta estructura de proporciones astronómicas —también sugerida para otros casos como la estrella Tabby— serviría para que una supercivilización «chupe» la energía del sistema estelar binario.

Una esfera de Dyson es una cubierta esférica de talla astronómica alrededor de una estrella, la cual permitiría a una civilización avanzada aprovechar al máximo la energía lumínica y térmica del astro. En este caso, la extracción de energía sería doble y la estructura aún mayor que aquella que hipotéticamente se construiría alrededor de una sola estrella.

Una serie de objetos bien definidos del mismo tamaño como la detectada por los astrónomos coincidiría, después de todo, con una construcción artificial, en la que casi siempre la simetría entre sus partes sería lo más lógico.

El estudio en cuestión fue publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

Fuente: ScienceAlert. Edición: EP/Carlos Zahumenszky.

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Comentarios
Jul 13, 2019
14:04
#1 Ram Mill:

Me encanta saber

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