Una eyección de masa coronal (CME) «caníbal» nacida de múltiples tormentas solares —incluida una «erupción oscura»—, se encuentra actualmente en curso de colisión con la Tierra y podría desencadenar una tormenta geomagnética considerable en nuestro planeta cuando golpee este martes.

Las CME son grandes nubes de plasma magnetizado de rápido movimiento y radiación que ocasionalmente son arrojadas al espacio junto con las erupciones solares —poderosas explosiones en la superficie del sol que se desencadenan cuando los bucles de plasma en forma de herradura ubicados cerca de las manchas solares se parten por la mitad como un elástico demasiado estirado—.

Si las CME chocan contra la Tierra, pueden causar tormentas geomagnéticas (perturbaciones en el campo magnético de nuestro planeta) capaces de provocar apagones parciales de radio y producir visualizaciones de auroras vibrantes mucho más lejos de los polos magnéticos terrestres de lo normal. En el evento que nos ocupa, una de tipo «caníbal» se crea cuando la CME inicial es seguida por una segunda más rápida. Cuando la segunda alcanza a la primera nube, la engulle, creando una sola ola masiva de plasma.

Una de las erupciones visualmente más dramáticas del Ciclo Solar 25 ocurrió el 14 de julio, cuando un chorro de plasma oscuro salió volando del hemisferio sur del sol. El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA registró el evento.

Según informa el sitio especializado Spaceweather.com, el 14 de julio el sol lanzó una CME junto con una erupción oscura —una llamarada solar que contiene plasma inusualmente frío que hace que parezca una onda oscura en comparación con el resto de la superficie ardiente del sol— desde la mancha solar AR3370, un pequeño parche oscuro que hasta entonces había pasado desapercibido en gran medida. El 15 de julio, se lanzó una segunda CME más rápida desde la —mucho más grande— mancha solar AR3363.

Una simulación del Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) mostró que la segunda tormenta alcanzará a la primera CME y formará una nube caníbal, con una gran probabilidad de que golpee la Tierra el 18 de julio.

Ambas CME provinieron de erupciones solares de clase C, el nivel medio de la fuerza de la erupción solar. Por sí solas, serían demasiado débiles para desencadenar tormentas geomagnéticas significativas. Pero su tamaño y velocidad combinados significan que es probable que desencadenen una perturbación de nivel G1 o G2, las dos clases más altas para una tormenta geomagnética.

Las CME caníbales son raras porque requieren sucesivas CME que estén perfectamente alineadas y viajen a velocidades específicas. Pero ha habido varias en los últimos años.

Una simulación por computadora que muestra cómo se forma una CME caníbal por dos erupciones solares sucesivas. Crédito: NASA/Centro de Vuelo Espacial Goddard/Walt Feimer.

En noviembre de 2021, una CME caníbal se estrelló contra la Tierra, desencadenando una de las primeras grandes tormentas geomagnéticas del ciclo solar actual. Dos más se estrellaron contra nuestro planeta en 2022, la primera en marzo y otra en agosto, pero ambas solo desencadenaron tormentas menores de clase G3.

Las CME caníbales se vuelven más probables durante el máximo solar, el pico caótico del ciclo solar de aproximadamente 11 años del sol. Durante este tiempo, la cantidad de manchas y erupciones solares aumentan considerablemente a medida que el campo magnético del sol se vuelve cada vez más inestable.

Los científicos inicialmente predijeron que el próximo máximo solar llegaría en 2025 y sería débil en comparación con los ciclos solares anteriores. Sin embargo, de acuerdo a las últimas estimaciones y la actividad vista recientemente, el pico explosivo del sol podría llegar antes... y ser más poderoso de lo esperado.

Fuente: Live Science. Edición: MP.

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