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Perteneciente a la cultura Hallstatt, su función como objeto de culto con una fuerte conexión con el agua está al menos respaldada por su ubicación.
La Hallstatt fue una cultura de transición entre la Edad del Bronce y la del Hierro, extendiéndose principalmente por la Europa Central, Francia y los Balcanes, siendo esta última ubicación geográfica de dónde es nativa la diosa que representa la estatuilla ahora encontrada en Alemania.
«Tales estatuillas hechas de arcilla se conocen de la región occidental del mar Negro y se remontan al 5to milenio antes de Cristo. Sin embargo, otros hallazgos sugieren que la estatuilla es de fechas más recientes», dijo Stefanie Berg, jefa de la Oficina Estatal de Baviera para la Protección de Monumentos.
El aspecto más llamativo de la estatuilla es su cara finamente modelada: las cuencas de los ojos, la nariz, los labios y la barbilla son claramente visibles. Hoy en día, la escultura tiene 19 centímetros de altura, en su estado original y completo puede haber sido unos diez centímetros más larga.
Dado que las piernas están solo parcialmente presentes y falta la superficie frontal de la parte superior del cuerpo, la forma del cuerpo no proporciona ninguna información sobre el género. No obstante, los lados de la cabeza intercalados con agujeros podrían representar una capucha decorada con anillos metálicos. Tal tocado se atribuye a las mujeres.
Las excavaciones programadas tuvieron lugar en el período previo a los trabajos de construcción de la circunvalación de Mönchstockheim en la carretera estatal 2275. En un canal prehistórico presente en el sitio, el equipo de arqueólogos pudo recuperar no solo la pequeña figura de arcilla, sino también numerosos fragmentos, herramientas de cerámica hechas de huesos y un sello de arcilla bien conservado, también muy inusual.
El hecho de que los hallazgos de cerámica no fueran redondeados por el agua sugiere que no fueron lavados en su sitio, sino que fueron colocados deliberadamente en la antigua zanja. Además, la precipitación de piedra caliza atestigua un antiguo manantial en las inmediaciones.
«Es concebible que la gente en ese momento considerara este lugar escénico especial como un lugar sagrado y que la pequeña estatuilla les sirviera como una ofrenda ritual o incluso le atribuyera poderes mágicos», agregó el conservador general Prof. Mathias Pfeil, jefe de la Oficina Estatal de Baviera para la Preservación de Monumentos.
Los fragmentos de vasos encontrados se pueden asignar claramente al período de Hallstatt. Así que se remontan a los siglos 8 al 6 a.C. Sin embargo, no hay hallazgos comparativos para la estatuilla hasta ahora.
El patrón del sello de arcilla del mismo sitio también es extremadamente extraordinario. Dado que su superficie de impresión está arqueada hacia adentro, los expertos asumen que se utilizó para decorar materiales orgánicos, como la masa de pan. Los experimentos correspondientes, que los científicos de la Oficina Estatal de Baviera para la Preservación de Monumentos han llevado a cabo con una réplica, también hablan a favor de esto.
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