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Una supertierra prometedora para una investigación más detallada orbita una pequeña estrella rojiza que, en términos astronómicos, está bastante cerca de nosotros, a solo 137 años luz de distancia. Además, se sugiere que este mismo sistema podría albergar un segundo planeta de tamaño similar a la Tierra.
La supertierra recién descubierta, llamada TOI-715 b, orbita una enana roja. Más pequeña y más fría que nuestro propio Sol, este tipo de estrellas suelen albergar pequeños mundos rocosos y representan la mejor oportunidad para descubrir planetas habitables en órbitas mucho más cercanas que las que giran alrededor de estrellas similares al Sol. Y es que las enanas rojas, debido a su menor tamaño y temperatura, permiten que los planetas se ubiquen más cerca y aún así permanezcan de manera segura dentro de la zona habitable estelar.
Las órbitas más ajustadas también implican que los planetas que cruzan las caras de sus estrellas —cuando son visibles para nuestros telescopios espaciales— lo hacen con mayor frecuencia. En el caso de TOI-715 b, este tránsito ocurre cada 19 días, constituyendo un «año» en este peculiar mundo. Así, estos planetas que cruzan las estrellas, o «transitan», son más fáciles de detectar y se pueden observar con mayor frecuencia que aquellos cuyo año dura, por ejemplo, 365 días como el nuestro.
TOI-175 b ahora se ha sumado a la lista de planetas en la zona habitable que podrían ser analizados más detenidamente por el telescopio Webb, quizás incluso en busca de indicios de una atmósfera. Mucho dependerá de las otras propiedades del planeta, como su masa y la posibilidad de clasificarlo como un «mundo acuático», lo que haría que su atmósfera, si existe, sea más evidente y menos difícil de detectar que la de un mundo más masivo, denso y seco, que probablemente mantendría su atmósfera de perfil más bajo más cerca de la superficie.
Los descubridores de TOI-175 b, un equipo internacional de científicos liderados por Georgina Dransfield de la Universidad de Birmingham, Reino Unido, también han remarcado la posible existencia de un segundo planeta del tamaño de la Tierra en el mismo sistema. De se así, se convertiría en el planeta en la zona habitable más pequeño identificado por TESS hasta la fecha.
El estudio detallando el hallazgo ha sido publicado en la edición de enero de 2024 de la revista especializada Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
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