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La extensa y serpenteante red de canales y estanques transforma el paisaje acuático en lo que, según algunos investigadores, sería una trampa masiva para peces que cubre un total de 42 kilómetros cuadrados.
Gracias a imágenes satelitales y aéreas, un equipo liderado por la arqueóloga Eleanor Harrison-Buck, de la Universidad de New Hampshire (UNH), identificó en Belice una red precolombina de canales y estanques destinada a la pesca masiva. Esto derivó en una investigación de campo que analizó 26 fechados de radiocarbono obtenidos de excavaciones en el Santuario de Vida Silvestre Crooked Tree, el humedal interior más grande del país centroamericano.
Como resultado, los investigadores concluyeron que los canales fueron construidos por comunidades de cazadores-recolectores-pescadores del Período Arcaico Tardío (aproximadamente entre 2000 y 1900 a.C.) y continuaron siendo utilizados por sus descendientes mayas del Período Formativo (2000 a.C.-200 d.C.).
«La red de canales estaba diseñada para canalizar las aguas de las inundaciones anuales hacia estanques donde se capturaban peces, lo que habría proporcionado suficiente alimento para sostener a unas 15.000 personas durante todo el año», explicó Harrison-Buck, quien también dirige el Proyecto de Arqueología del Este del Río Belice (BREA, por sus siglas en inglés). «Este estudio demuestra que el desarrollo de las sociedades complejas en Mesoamérica no dependió exclusivamente de la agricultura, sino también de la explotación masiva de recursos acuáticos».
Los sedimentos recolectados en los muros de las unidades de excavación mostraron un ecosistema dominado por selva tropical en esa época, sin evidencia de cultivos como el maíz ni de campos agrícolas drenados. Según Harrison-Buck, los canales y estanques habrían servido principalmente como instalaciones de pesca a gran escala y no para la agricultura.
«El hallazgo nos sorprendió porque asumíamos que estas construcciones masivas habían sido realizadas por los antiguos mayas de los centros urbanos cercanos», señaló. «Sin embargo, las fechas de radiocarbono confirmaron que fueron construidas mucho antes».
Este sistema no solo aseguraba una fuente estable de alimento, sino que también fomentaba reuniones sociales, según explicó Marieka Brouwer Burg, co-directora de BREA y profesora de antropología en la Universidad de Vermont. «Estas inversiones intensivas en el paisaje probablemente sentaron las bases para el desarrollo de la sociedad compleja característica de la civilización maya, que se consolidó en esta región hacia el 1200 a.C.».
Los habitantes de esa época demostraron una gestión responsable de los humedales, utilizando los recursos de manera sostenible para mantener estos ecosistemas a lo largo de milenios, indicó Samantha Krause, profesora de geografía y estudios ambientales en la Universidad Estatal de Texas.
El equipo de investigación, con el apoyo de la comunidad local, planea regresar al Santuario de Crooked Tree para ampliar el estudio de estas modificaciones paisajísticas, con el objetivo de comprender mejor las interacciones entre humanos y humedales en el pasado.
Este trabajo fue financiado por la Alphawood Foundation Chicago y contó con el apoyo del Instituto de Arqueología de Belice y la comunidad de Crooked Tree, que permitió el mapeo y la excavación en sus humedales.
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