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El científico planetario Alan Stern, del Southwest Research Institute, opina que nuestro contacto con civilizaciones alienígenas puede estar siendo dificultado porque estén sepultadas bajo el hielo.
La mayoría de las criaturas extraterrestres probablemente se encuentren en las profundidades de sus planetas natales, en océanos subsuperficialmente bloqueados en hielo congelado, según una nueva propuesta presentada por Stern en la reunión de la División de Ciencias Planetarias de la American Astronomical Society en Utah.
La hipótesis podría explicar la falta de señales de otras civilizaciones tecnológicamente avanzadas, un enigma conocido como la paradoja de Fermi.
Sólo recientemente los astrónomos han llegado a apreciar lo comunes que son los océanos en nuestro sistema solar; la evidencia de su existencia se puede ver en varias lunas de Júpiter, Saturno y Neptuno, e incluso en el lejano Plutón. Todos estos mundos tienen hielo de agua como un componente principal de sus cortezas, que forma montañas imponentes y cañones agrietados en sus superficies, pero se funde en agua líquida a profundidades más bajas.
Las fuentes hidrotermales en estos fondos oceánicos podrían bombear nutrientes a su entorno, de forma similar a los ecosistemas en el fondo de los océanos de la Tierra. Esas guarderías de la vida, protegidas del espacio por una gruesa capa de hielo, podrían incluso ser más productivas que nuestro propio entorno expuesto.
Y si los organismos vivos en los helados mundos oceánicos evolucionan en criaturas inteligentes, probablemente no conocerían el cielo nocturno tan bien como nosotros los humanos. Tal vez el equivalente de su «programa espacial» simplemente sería confinado a través de la superficie congelada de su planeta, sugiere Stern. Su propuesta no se basa en nuevas pruebas, pero por primera vez vincula la prevalencia de los mundos helados oceánicos con la falta de señales alienígenas.
La idea es intrigante, dice el psicólogo Douglas Vakoch, presidente de Messaging Extraterrestrial Intelligence de San Francisco, California, aunque cree que no hay necesidad de invocar la paradoja de Fermi, informa sciencemag.org.
Las indicaciones bioquímicas de la vida son simplemente difíciles de detectar de forma remota, dice, y es probable que sean necesarios nuevos telescopios y técnicas para encontrarlas. Si no nos encuentran primero, dice Stern, podría ser porque deciden que la comunicación a larga distancia no vale la pena, especialmente si creen que todos los demás están atrapados en sus propias burbujas heladas.
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1 comentario
8:52
el término probablemente denota que no hay conocimiento y solo es especulación.
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