Investigadores han confirmado finalmente la identidad de un objeto que impactó en la Luna el 4 de marzo de 2022, el cual afirman llevaba una carga misteriosa que provocó un segundo cráter en la superficie lunar.

El Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) de la NASA tomó esta imagen del doble cráter dejado por la etapa del cohete extraviado cuando impactó la superficie lunar cerca del cráter Hertzsprung. El sitio de impacto abarca aproximadamente 28 metros en la dimensión más larga. La barra de escala equivale a 50 metros. Crédito: NASA/GSFC/UA.

El astrónomo e ingeniero aeroespacial Tanner Campbell y sus colegas de la Universidad de Arizona (UA) rastrearon el objeto —denominado WE0913A— desde su descubrimiento mediante el Catalina Sky Survey en marzo de 2015 hasta su último encuentro con la superficie lunar el año pasado.

Inicialmente se asumió que era un propulsor de Space X, pero pronto se sospechó de la misión china Chang'e 5-T1 y su cohete Long March 3C lanzado en 2014.

Ahora, el equipo de UA ha estudiado el movimiento del objeto no identificado y los cambios en su luz reflejada justo antes del impacto para determinar exactamente qué era. Según los resultados, la rotación del cohete en el espacio apunta a la presencia de una segunda masa actuando como contrapeso, algo lo suficientemente grande como para contrarrestar sus dos motores de 544 kilos y hacer que girara como una botella en el juego de verdad o reto.

Los investigadores rastrearon la trayectoria del cohete para determinar su naturaleza. Crédito: Campbell et al., Planetary Science Journal, 2023.

Sin embargo, después de revisar las cargas útiles conocidas del Long March 3C, el equipo notó una discrepancia notable: la lista declarada por la Administración Espacial Nacional China (CSNA) no incluía un objeto que coincidiera con esta masa que, además, explicaría perfectamente el porqué de un doble cráter en el impacto.

La CSNA, desde luego, ha evitado revelar cuál era dicha carga adicional —y, de hecho, ha estado negando que se trate de su cohete a pesar de las claras acusaciones que le hizo el Comando Espacial de EE.UU.—.

El equipo autor del estudio (Grace Halferty, Vishnu Reddy, Adam Battle y Tanner Campbell) posando frente al telescopio RAPTORS-1 que se utilizó para las observaciones espectrales del propulsor del cohete extraviado.

«Obviamente, no tenemos idea de qué podría haber sido, tal vez alguna estructura de soporte adicional, o instrumentación adicional, o algo más», dijo Campbell. «Probablemente nunca lo sabremos».

El peligro de la basura espacial

No es inusual que las naves espaciales descarten sus cohetes en el vacío del espacio, o incluso que estos cohetes choquen contra la Luna, pero este último incidente es un recordatorio de que la basura espacial se está convirtiendo en un problema creciente.

Existe el potencial de causar daños graves a los satélites en órbita y a la Estación Espacial Internacional, y aunque gran parte de los desechos se queman en la atmósfera antes de tener la oportunidad de llegar a la Tierra, algunos objetos logran hacerlo.

La cara oculta de la Luna, con la Tierra en el fondo, es visible en esta foto tomada por el módulo en órbita lunar de la misión Chang'e 5-T1. Crédito: CSNA.

Los investigadores detrás de este último estudio afirman que cualquier cosa que se dirija al espacio necesita ser rastreada cuidadosamente.

«Ya que se están colocando más y más objetos en la Luna, se vuelve extremadamente importante no solo rastrearlos, sino también comprender qué harán una vez que lleguen allí», comentó Roberto Furfaro, ingeniero mecánico de la Universidad de Arizona.

La investigación sobre el incidente lunar del cohete chino ha sido publicada en la revista especializada Planetary Science Journal.

Fuente: Arizona. Edición: MP.

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