Más de 300 residentes de Michigan informaron la aparición de luces sobrenaturales en la noche del 8 de marzo de 1994. Décadas después, el caso sigue sin explicación.

Así se describe el segundo episodio de la tercera temporada de Misterios Sin Resolver, el reboot de la mítica serie disponible en Netflix.

Aquella noche, los residentes que vivían a lo largo de la orilla del lago Michigan fueron testigos de uno de los avistamientos de ovnis más masivos de la historia. Orbes brillantes y multicolores aparecieron sobre el agua y se podían ver tan al sur como la frontera del estado de Indiana, bailando erráticamente en el cielo nocturno.

La policía local se vio abrumada con personas que llamaron para informar sobre los extraños objetos voladores. En total, los despachadores recibieron más de 300 llamadas de ciudadanos preocupados. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) confirmó más tarde la presencia de objetos grandes en el cielo sobre el lago, objetos que estaban seguros que no eran aviones.

Jack Bushong, uno de los meteorólogos del NWS en aquel momento, a cargo de su oficina en el aeropuerto del condado de Muskegon, rastreó estos objetos y registró su velocidad y movimiento rápidos coordinados utilizando el sistema de radar.

A pesar de lograr esta hazaña mientras se comunicaba con la policía local —la cual corroboró visualmente las lecturas de que los ovnis se movían a gran velocidad y hacían maniobras imposibles—, el meteorólogo se negó a hablar sobre el incidente por razones profesionales. Y es que además del temor a perder su credibilidad o ser el blanco de burlas de sus compañeros, el propio NWS le ordenó que no hablara con la prensa sobre el asunto.

Pero ahora, después de retirarse del NWS en 2016, Bushong reconoció haber visto los ovnis del lago Michigan en 1994, y así lo declaró en el episodio intitulado Algo en el Cielo de Misterios Sin Resolver estrenado este martes (18 de octubre de 2022).

«En todos los aspectos los objetos parecían aviones. Solo que no actuaban como tales. Sabemos que eran objetos sólidos, lisos y extremadamente reflectantes —algo que podemos detectar por la cantidad de energía que retornan los ecos—», explicó.

Los ovnis se juntaron y separaron varias veces, a unos 2.000 metros de altura, manteniendo una formación triangular que se observaba en los retornos de radar.

De acuerdo a los testigos oculares, los objetos eran metálicos y cromados, sin ventanas, y con luces saliendo de su parte inferior.

«La luz más al norte saltaba 32 km sobre las aguas del lago y se quedaba sobrevolando. Las otras hacían lo mismo y formaban un triángulo otra vez, y se quedaban sobrevolando por unos segundos. No se me ocurre nada en la naturaleza que copie lo que hace el otro así», contó Bushong en el documental. «Era casi como si quisieran ser vistos».

«Una vez que llegaron a esa área en el sur del lago Michigan, se detuvieron y se quedaron allí por un rato. Los observé durante dos o tres horas, y se encontraron con docenas y docenas de otros objetos que pude ver. Hacían maniobras como ir desde abajo, digamos de 1.000 o 1.500 metros, y subir a una altura de 15.000 metros en cuestión de segundos», detalló.

Un diario de Detroit destacando el incidente sucedido aquel 8 de marzo de 1994.

«En un punto, vi como uno de estos objetos se movió 32 kilómetros en menos de un segundo. Por lo que se movían hasta a unos 115.000 kilómetros por hora. A esa velocidad, podrías ir de Nueva York a Los Ángeles en solo dos minutos. No hay tecnología que conozca que pueda ir tan rápido», concluyó Bushong, quien descartó cualquier anomalía meteorológica como responsable del fenómeno.

Rompiendo el silencio

Antes de este testimonio, la principal motivación de Bushong para guardar silencio sobre sus hallazgos durante tanto tiempo fue el deseo de seguir trabajando. En el momento del incidente sobre el lago Michigan, solo había estado trabajando con el NWS durante tres años y no tenía la sólida reputación científica que desarrolló después de décadas de servicio. Incluso después de haber sido ascendido, todavía temía que se burlaran de su profesión.

Jack Bushong.

Si bien comenzó a compartir sus experiencias públicamente con pequeños medios de comunicación luego de su retiro del NWS en 2016, encontró la confianza para hablar sobre lo sucedido después del lanzamiento en junio de 2021 del Informe UAP al Congreso de EE.UU. Este documento, producido por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, marcó la primera vez que el gobierno estadounidense reconoció oficialmente la existencia de los UAP/OVNIs como un asunto de seguridad nacional.

Bushong admitió que la revelación de que el gobierno y los militares se estaban tomando en serio la existencia de los ovnis lo llevó a reexaminar su propia experiencia con el fenómeno. Con ese fin, más allá de aparecer en Misterios Sin Resolver como el testigo estrella del caso, también planea publicar profesionalmente su investigación en un formato de código abierto.

Los OVNIs y los cuerpos de agua

Los avistamientos de testigos oculares coinciden con las imágenes de radar y las llamadas grabadas al 911 de esa noche. Los residentes a lo largo de grandes distancias que rodean el lago Michigan informaron todos los mismos eventos, a menudo en estado de shock y asombro.

Décadas de análisis han descartado tantas posibilidades de lo mundano como jamás se haya pensado. Entonces, ¿qué voló y se cernió sobre el lago Michigan esa noche? ¿Quién estaba controlando estas máquinas voladoras tan avanzadas? ¿De dónde provenían y qué querían?

Los avistamientos que incluyen testigos oculares y por radar, están entre los más convincentes.

Y aunque las respuestas son esquivas en este misterio sin resolver, claramente podemos encontrar similitudes con otros casos donde los ovnis parecen tener cierta predilección por sobrevolar, sumergirse, emerger o absorber las aguas de mares o lagos. En este incidente, cabe destacar que los objetos se juntaron en partes del lago lejos de la orilla, donde el agua dulce no estaba congelada por el gélido invierno michiguense.

¿Podrían estos objetos estar interactuando de alguna forma con las aguas de lago? Parece que así fue. Al menos de acuerdo a la investigadora local Virginia M. Tilly, quien asegura que esa misma noche una pareja en St. Joseph estaba acampando cerca de la orilla y logró una vista privilegiada del evento mirando en dirección hacia Chicago.

Ubicación del campamento a la orilla del lago desde donde salió uno de los testimonios más asombrosos.

«Después de la medianoche, se despertaron y vieron una torre alta de agua. Dijeron que parecía una cascada enorme que subía casi tan alto como lo que parecía la altura del cielo. Tenía 6 metros de ancho y estaba iluminada desde atrás y desde arriba», contó Tilly para el episodio del documental.

Según comentó Bushong, tanto la hora como el lugar coinciden con lo que observó en el radar.

«Se correlaciona con lo que vi en el radar desde las 11 en punto hasta pasada la medianoche. Los estuve observando hasta las 2 de la mañana. En el mismo lugar, los registré a 1.800 metros en ese momento, por lo que debió ser un cascada bastante alta», concluyó.

Si tienes Netflix, puedes ver el episodio sobre este caso ovni de Misterios Sin Resolver haciendo CLIC AQUÍ.

Por MysteryPlanet.com.ar.

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