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Tras el eclipse lunar total de la semana pasada y el próximo eclipse solar parcial a fin de marzo, Venus hará su transición del cielo del atardecer al cielo del amanecer.
Durante las primeras semanas del mes, Venus ha brillado intensamente en el oeste tras la puesta del sol, descendiendo cada vez más en el horizonte con el avanzar de los días. Esto se mantendrá hasta el 23 de marzo, momento en el cual el planeta alcanzará su «conjunción inferior», es decir, pasará entre la Tierra y el Sol, desapareciendo brevemente en el resplandor solar. Tras este punto, emergerá en el cielo matutino, visible en el este antes del amanecer, consolidando su transformación en el «Lucero del Alba».
Este fenómeno es aún más especial porque, debido a la inclinación de la órbita de Venus, los observadores en latitudes medias del hemisferio norte podrían tener la oportunidad —aunque desafiante— de verlo tanto en el amanecer como en el atardecer por breve tiempo. Sin embargo, su avistamiento será difícil debido a la cercanía con el astro rey.
El 22 y 23 de marzo, Venus, en conjunción inferior, aparecerá en el cielo matutino cerca del horizonte oriental aproximadamente 15 minutos antes del amanecer y en el cielo vespertino muy cerca del horizonte occidental unos 10 minutos después del atardecer. En estas ocasiones, será difícil de observar debido al brillo del crepúsculo. Recuerda esperar hasta que el Sol se haya puesto o antes de que salga para intentar verlo, ya que Venus estará muy cerca del Sol. Crédito: MysteryPlanet.com.ar vía Stellarium.
A partir de finales de este mes y durante el resto del año, el lucero reinará en el cielo del amanecer, elevándose cada día más antes del primer rayo solar. Su resplandor será fácilmente visible a simple vista, alcanzando su mejor punto de observación en los meses siguientes.
Este cambio de posición de Venus coincide con el «equinoccio de marzo», que marca la transición entre estaciones en ambos hemisferios. Mientras en el hemisferio norte comienza la primavera y en el sur el otoño, el planeta vecino inicia su nueva etapa en el firmamento, brindando a los entusiastas de la astronomía una oportunidad única de seguir su evolución.
Si quieres observar este fenómeno, lo mejor es seguir su descenso final al atardecer esta semana y luego buscarlo en el horizonte oriental antes del amanecer al comienzo de la que viene. Para los más experimentados, un telescopio podría revelar su espectacular fase creciente —semejante a una luminosa uña cósmica— durante su acercamiento a la Tierra.
El lucero del alba seguirá presente hasta octubre, cuando nuevamente se preparará para su transición al cielo vespertino, repitiendo su eterno ciclo en nuestra bóveda celeste.
Por MysteryPlanet.com.ar.
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