Un ingeniero y un astronauta de la NASA vieron cinco ovnis naranjas volando sobre Texas

El diseñador de la sonda Galileo de la NASA estaba parado en una terraza con un astronauta, cuando vieron un extraño despliegue de luces en el cielo nocturno que ninguno de los dos pudo explicar.

Crédito: Ryan Graves/MysteryPlanet.com.ar.

Una gran parte de los informes sobre objetos voladores no identificados (OVNIs) pueden ser atribuidos a miembros del público que cometen errores honestos al confundir aviones o fenómenos naturales perfectamente comunes. Sin embargo, cuando un ingeniero aeroespacial y un astronauta observan cinco luces inexplicables en el cielo, es un suceso que justifica que le prestemos la atención que se merece.

El Dr. Michael F. Lembeck, quien formó parte del equipo que diseñó la sonda Galileo de la NASA, es actualmente copresidente del Comité de Integración y Divulgación de Fenómenos Anómalos No Identificados de la AIAA (Asociación Estadounidense de Aeronáutica y Astronáutica).

En una reciente entrevista con el ex piloto de la Marina de los Estados Unidos, Ryan Graves, Lembek dijo que «realmente no sabemos con qué estamos lidiando» cuando se trata de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAPs, por sus siglas en inglés), y que «podría haber algo amenazante al otro lado por lo cual deberíamos realmente preocuparnos».

Al describir su propia experiencia con un ovni, explicó: «Hace unos cinco o seis años, estaba al aire libre en una terraza mirando hacia el norte, hacia el centro de la ciudad de Houston, con un amigo mío de Boeing y un astronauta. Estábamos teniendo una conversación cuando cuatro luces aparecieron en el cielo. Eran de un color algo anaranjado, como el color del vapor de sodio. Parpadearon al aparecer... y luego apareció una quinta».

«Y justo después de que apareciera la quinta, las cuatro que estaban allí anteriormente parpadearon y desaparecieron...», continuó.

Lembek sospechó una de las causas más comunes de avistamientos erróneos de ovnis antes de descartarla.

«Al principio, pensé que eran bengalas, pero no descendían en absoluto», relató ante un atento interlocutor durante la entrevista. «Mantenían su altitud. Pero luego, esa quinta luz puso la guinda al pastel. De repente, se desplazó a gran velocidad por el horizonte, como nada que hubiéramos visto».

«El astronauta se volvió hacia mí y dijo “bueno, eso es interesante”, de manera muy tranquila. Así que no tengo idea de lo que fue eso. No creo que ninguno de nosotros lo supiera, pero ciertamente fue intrigante».

Lembeck también compartió otro avistamiento de un testigo creíble que se remonta a mediados de la década de 1950.

Tuvo un almuerzo con Deke Slayton, uno de los astronautas originales del grupo «Mercury Seven» que había sido seleccionado de entre los solicitantes más destacados y brillantes de Estados Unidos.

El grupo de astronautas conocido como «Mercury Seven»: (arriba, de izq. a der.) Alan Shepard, Gus Grissom y Gordon Cooper; (abajo, de izq. a der.) Walter Schirra, Deke Slayton, John Glenn y Scott Carpenter.

«Nos habló sobre un objeto metálico que estaba persiguiendo en un F-86», contó. «Esto fue probablemente alrededor de 1956 o por ahí... Se acercó por detrás de él, mantuvo el ritmo y luego se alejó a una velocidad deslumbrante. Dijo que no tenía idea de lo que era, pero sabía que no era nuestro».

Fuente: DS. Edición: MP.