En nuestro Sistema Solar solo hay cinco cuerpos conocidos que están rodeados de anillos: Saturno, Júpiter, Urano, Neptuno y Cariclo, un planeta menor del grupo de los centauros, pequeños cuerpos rocosos que poseen cualidades tanto de los asteroides como de los cometas. Ahora, científicos del MIT han detectado un posible sistema de anillos alrededor de un segundo centauro, Quirón. Lo han dado a conocer en la revista Icarus.

Impresión artística de Cariclo, un centauro que se caracteriza por tener un sistema de dos anillos planetarios y ser el objeto celeste más pequeño del que se tiene evidencia que los posee.

Impresión artística de Cariclo, un centauro que se caracteriza por tener un sistema de dos anillos planetarios y ser el objeto celeste más pequeño del que se tiene evidencia que los posee.

En noviembre de 2011, el grupo observó una ocultación estelar cuando Quirón pasaba por delante de una estrella brillante, bloqueando brevemente su luz. Los investigadores analizaron las emisiones de la luz de la estrella y la sombra momentánea creada por Quirón, y las características ópticas identificadas les pusieron tras la pista de que el centauro puede poseer un disco circundante de escombros. El equipo cree que se trata de un sistema de anillos, aunque también podría ser una concha o chorros de polvo.

«Es interesante, porque Quirón es un centauro que no se creía activo, pero está resultando que sí lo es», dice Amanda Bosh, profesora en el Departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias del MIT.

Quirón, descubierto en 1977, fue el primer cuerpo planetario categorizado como un centauro, a partir de la criatura mitológica griega, un híbrido de hombre y bestia. Al igual que sus homólogos mitológicos, los centauros son híbridos, ya que incorporan rasgos de asteroides y cometas. Hoy en día, los científicos estiman que hay más de 44.000 centauros en el Sistema Solar, concentrados principalmente en una banda entre las órbitas de Júpiter y Plutón.

Aunque la mayoría de los centauros se cree que son inactivos, los científicos han visto destellos de la actividad en Quirón. A partir de finales de 1980, los astrónomos observaron patrones de brillo del centauro, así como actividad similar a la de un cometa.

En 1993 y 1994, James Elliot, entonces profesor de astronomía planetaria y física en el MIT, observó una ocultación estelar de Quirón e hizo las primeras estimaciones de su tamaño. Elliot también observó algo parecido a chorros de agua y polvo expulsados desde la superficie del centauro.

El planeta menor Quirón. FOTO: NASA.

El planeta menor Quirón. FOTO: NASA.

Ahora, investigadores del MIT —algunos de ellos exmiembros del grupo de Elliot— han obtenido observaciones más precisas de Quirón, utilizando dos grandes telescopios en Hawái: el Infrared Telescope Facility de la NASA, en Mauna Kea, y el Observatorio Las Cumbres Red Global de Telescopios, en Haleakala.

En 2010, el equipo comenzó a trazar las órbitas de Quirón y estrellas cercanas con el fin de determinar exactamente cuándo el centauro podría pasar delante de una estrella bastante brillante para detectarlo. Los investigadores determinaron que una ocultación estelar se produciría el 29 de noviembre de 2011, y reservaron tiempo en los dos grandes telescopios con la esperanza de atrapar la sombra de Quirón.

El equipo observó la ocultación estelar de forma remota, desde el MIT. Todo el evento duró sólo unos minutos, y los telescopios registraron la luz mortecina cuando Quirón proyectaba su sombra sobre los telescopios.

El grupo analizó la luz resultante, y detectó algo inesperado. Un cuerpo simple, sin material circundante, crearía un patrón sencillo, bloqueando la luz de la estrella del todo. Sin embargo, los investigadores observaron rasgos simétricos y afilados cerca del comienzo y el final de la ocultación estelar, una señal de que algún tipo de material como el polvo podría estar bloqueando una fracción de la luz de las estrellas.

Los investigadores observaron dos de estos rasgos, cada uno de unos 300 km desde el centro del centauro. A juzgar por los datos ópticos, tienen 3 y 7 kilómetros de ancho, respectivamente. Las características son similares a lo que Elliot observó en la década de los 90.

A la luz de estas nuevas observaciones, los investigadores dicen que Quirón puede aún poseer chorros simétricos de gas y polvo, como propuso por primera vez Elliot. Sin embargo, otras interpretaciones pueden ser igualmente válidas, incluyendo la posibilidad intrigante de un anillo de gas y polvo.

Ruprecht, investigador en el Laboratorio Lincoln del MIT, dice que es posible imaginar un escenario en el que los centauros pueden formar anillos: Por ejemplo, cuando un cuerpo se rompe, los escombros resultantes puede ser capturados por la gravedad alrededor de otro cuerpo, como Quirón. Los anillos también pueden ser del material sobrante de la formación del propio Quirón.

«Otra posibilidad consiste en la historia de la distancia a Quirón desde el Sol —dice Ruprecht—. Los centauros pueden haber comenzado más lejos en el Sistema Solar y, a través de las interacciones gravitatorias con los planetas gigantes, haber tenido sus órbitas perturbadas más cerca en al Sol. El material congelado que habría sido estable más allá de Plutón es cada vez menos estable más cerca, y se puede convertir en los gases que rocían el polvo y el material de la superficie de un cuerpo».

Ruprecht cree que los investigadores tendrán que observar más ocultaciones estelares de Quirón para determinar realmente si está rodeado de anillos.

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 1 comentario
Comentarios
Mar 18, 2015
4:36
#1 jose Gutierrez:

Me imagino que los llamados Centauros en algun momento se definen como asteroides o cometas y si esto es asi deben de aparecer este tipo de cometas de vez en cuando.

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