Piloto de combate sobre los OVNIs: «Lo que dije ante el Congreso es solo la punta del iceberg»

El pasado 26 de julio, dos pilotos de la Marina testificaron bajo juramento ante el Congreso sobre cómo los fenómenos anómalos no identificados (UAPs) representan un riesgo potencial para la seguridad nacional y de los vuelos. Ryan Graves fue uno de ellos, y asegura que lo denunciado es «solo la punta del iceberg».

Crédito: B. Smialowski/Andrew Pearce/MysteryPlanet.com.ar.

Hace nueve años, el escuadrón de su F/A-18, que operaba frente a la costa de Virginia Beach, observó y rastreó un ovni que se había infiltrado en el espacio aéreo militar.

«El objeto no tenía propulsión visible ni superficies de elevación, pero podía permanecer inmóvil en vientos huracanados de categoría 4, acelerar a supersónico y operar todo el día, superando a nuestros aviones de combate por 10 horas o más. Incluso casi causaron colisiones en el aire con nuestros aviones, lo que provocó informes de seguridad obligatorios», escribió Graves en un artículo de opinión en Newsweek.

Hoy en día, estos encuentros cercanos entre pilotos —ya sean militares o comerciales— y fenómenos anómalos no identificados siguen sucediendo. Y, sorprendentemente, el gobierno de Estados Unidos parece estar ajeno a la verdadera dimensión de este problema, en gran medida debido a que la mayoría de estos incidentes no se reportan.

Con este panorama en mente y como un piloto de combate que ha experimentado en carne propia este tipo de situaciones, Graves optó por establecer Americans for Safe Aerospace, una organización sin fines de lucro que ya cuenta con más de 8200 miembros.

«El mes pasado, tuve la oportunidad de informar al Congreso sobre cómo más de 30 testigos, incluyendo pilotos comerciales y veteranos, se pusieron en contacto con Americans for Safe Aerospace para relatar en detalle sus encuentros con UAPs», contó. «Desde mi testimonio en la audiencia pública, hemos recibido el contacto de docenas más. Estas personas se comunican con nosotros por dos razones fundamentales: en primer lugar, depositan su confianza en nuestra organización; y en segundo lugar, no existe un sistema oficial que permita a los pilotos comerciales reportar encuentros con UAPs».

«La mayoría de los testigos con los que hablo son pilotos comerciales de las principales aerolíneas. A menudo, son veteranos con décadas de experiencia en vuelo. Los pilotos están reportando UAPs en altitudes que parecen estar por encima de ellos a 40.000 pies, potencialmente en órbita terrestre baja o en la zona gris debajo de la línea Kármán, haciendo maniobras inexplicables, como giros a la derecha y órbitas retrógradas. A veces, estos informes son recurrentes, con numerosos avistamientos recientes al norte de Hawái y el Atlántico Norte», añadió.

La Administración Federal de Aviación (FAA) no tiene un proceso directo para que los pilotos comerciales reporten objetos no identificados o anómalos en el espacio aéreo estadounidense. Sus regulaciones ordenan a los pilotos que notifiquen los incidentes con ovnis a las organizaciones civiles sin un seguimiento o análisis pertinente a través de un conjunto de datos oficiales verificados.

«Esta falta de interés de la FAA perpetúa el estigma de los pilotos comerciales y los desalienta a presentarse. Además, los pilotos comerciales se enfrentan a posibles represalias de sus empleadores —como cartas de cese y desistimiento— por hablar en público. Los pilotos temen un posible castigo administrativo por informar sobre sus encuentros con UAPs», explicó al respecto Graves.

Testigos calificados

Con la recientes declaraciones de Graves y su colega, el comandante David Fravor —uno de los pilotos que avistó los famosos ovnis Tic Tac durante el incidente Nimitz—, los escépticos de siempre acudieron a la vieja estratagema de bajarle el precio a estos denunciantes, sin importarles su gran experiencia en el aire. Entre otras cosas, diciendo barrabasadas como que los pilotos son testigos comunes y corrientes, que pueden confundirse y dejarse llevar por las emociones.

«Los pilotos comerciales son observadores altamente capacitados de nuestros cielos. De hecho, nuestro gobierno invierte millones en capacitar a pilotos militares para distinguir a los amigos de los enemigos y la vida de los pilotos depende de una identificación precisa, y muchos pilotos militares continúan trabajando para aerolíneas comerciales», respondió Graves.

«Los pilotos están reportando avistamientos de objetos no identificados y anómalos que no son raros ni aislados; son de rutina. Ya es hora de que prestemos atención», concluyó.

Fuente: Newsweek. Edición: MP.