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Luego de pasar más de un década a la deriva alrededor de la Tierra, la parte de un cohete ruso explotó repentinamente en muchas piezas potencialmente peligrosas de desechos espaciales que podrían terminar amenazando la vida de los astronautas y los satélites en órbita.
Esta semana, la Fuerza Espacial de EE.UU. (USSF) confirmó que la pieza, un motor de cero consumo de un cohete ruso, se rompió el 15 de abril. Los expertos de la USSF ahora están rastreando al menos 16 de las piezas resultantes.
Pero... ¿por qué explotó después de estar en órbita durante tantos años? Una gran pista es el hecho de que el motor probablemente tenía propelente residual en su interior. «Es una especie de bomba de tiempo, pero sin un temporizador real», dijo a Gizmodo el astrofísico del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, Jonathan McDowell.
#18SDS has confirmed the breakup of SL-12 R/B (#32398, 2007-065F), which occurred April 15, 2022. Tracking 16 associated pieces – analysis ongoing. #spacedebris @spacetrackorg @ussfspoc @us_SpaceCom
— 18th Space Defense Squadron (@18thSDS) May 3, 2022
Según McDowell, al menos 54 motores como este ya se han desintegrado en el espacio y 64 más permanecen en órbita.
«Cuando vi esto, no me sorprendió mucho», admitió. «Estas cosas han estado apareciendo una o dos veces al año durante muchos años, y realmente ha sido un problema».
El último motor que explotó probablemente provino de un cohete soviético, diseñado originalmente durante la Guerra Fría. Afortunadamente, los cohetes más modernos de Rusia deberían evitar este problema.
Los cohetes más nuevos, explicó McDowell, descartan o desactivan cualquier cosa que pueda explotar antes del final de su misión, un proceso conocido como «pasivación de la nave espacial».
A pesar de las garantías, la última explosión se suma a un problema ya sustancial. Los expertos de la NASA están rastreando decenas de miles de piezas de escombros que son lo suficientemente grandes como para amenazar a los exploradores espaciales humanos y otras misiones robóticas.
Eso también hace que las futuras misiones en órbita sean mucho más peligrosas, el desafortunado resultado de nuestro pasado descuido.
Para solventar esto, las agencias espaciales esperan pronto enviar misiones de eliminación de escombros. Por ejemplo, la Agencia Espacial Europea tiene programada una para lanzar en 2025. Se tratará de una nave espacial llamada ClearSpace-1, la cual contará con cuatro brazos diseñados para limpiar la basura espacial en la órbita terrestre.
Las grandes piezas de desechos espaciales «tienen el mayor riesgo no solo de explotar, sino de golpearse entre sí y crear muchos más desechos», dijo McDowell. «Entonces, si quieres evitar una especie de reacción en cadena, entonces lo que quieres hacer es deshacerte de los grandes, y creo que eso va a suceder».
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