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Para las latitudes septentrionales, esta semana que entra presenta una gran oportunidad para observar al mensajero de los dioses poco antes del amanecer.
El 10 y 11 de noviembre de 2020, mira hacia la luna menguante y al deslumbrante Venus. Estos dos cuerpos serán visibles en el Este poco antes de la salida del sol. Trazando una línea imaginaria desde la Luna hasta Venus y siguiéndola, podrás encontrar al planeta Mercurio cerca del horizonte, a medida que la oscuridad de la noche se desvanece.
Si no puedes ver a Mercurio a simple vista, intenta asistirte con binoculares. Este planeta es bastante brillante en este momento, 4 veces más que una estrella de primera magnitud. De hecho, habrá una estrella de esta magnitud en la bóveda celeste: Spica, la más brillante en la constelación de Virgo. Intenta no confundir Spica con Mercurio o viceversa. El pequeño planeta probablemente aparecerá como el más luminoso de ambos.
Mercurio oficialmente residirá en el cielo mañanero a lo largo de este mes de noviembre. Pero es el día 10 en que este mundo alcanzará su máxima elongación desde el Sol.
A pesar que la elongación (el ángulo entre el Sol y un planeta visto desde la Tierra) es la misma a nivel mundial (19 grados al oeste del Sol, apareciendo en el Este al alba), el espacio de tiempo entre la elevación de Mercurio y el amanecer es mayor en latitudes septentrionales y menor en las australes. Por esta razón, la visualización favorece al hemisferio norte, que podrá apreciar el espectáculo 90 minutos —en promedio— antes que asome el astro-rey.
Para saber a qué hora sale el sol en tu región, consulta tu aplicación del clima predilecta. En cuanto a Mercurio, aquí te damos algunas estimaciones de acuerdo a la latitud.
Ya sea que te encuentres en los 35 grados de latitud sur o en los 60 grados de latitud norte, es mejor hallar un lugar donde tengas una visión plena del horizonte. Ve a una colina o a un balcón, para que puedas ver un poco más allá. Ese pequeño extra podría hacer la diferencia para una mejor observación, especialmente en las latitudes más bajas.
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