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El motivo sería «para superar a los rivales de Estados Unidos y adelantarse a una filtración “catastrófica”».
Durante el fin de semana pasado tuvo lugar una conferencia exclusiva para exfuncionarios gubernamentales, físicos con experiencia y otros investigadores académicos, activistas y periodistas, celebrada en la Universidad de Stanford.
Se trató del primer simposio de la nueva organización sin fines de lucro, la Fundación Sol, dedicada a explorar las amplias implicaciones de lo que ahora se denominan «Fenómenos Anómalos No Identificados» o UAPs. Una de las declaraciones más importantes, de acuerdo al Daily Mail (medio internacional invitado) vino de la mano del recientemente retirado coronel del Ejército de EE.UU. Karl E. Nell.
El coronel llamó a un «plan de campaña» para lograr transparencia sobre programas encubiertos de UAPs, así como a un «Proyecto Manhattan» para aplicar ingeniería inversa con éxito a naves alienígenas recuperadas. Para esto, sugirió un plazo que no supere el final de esta década, momento en el cual el público en general ya debería haber sido informado sobre el origen y naturaleza de los UAPs.
Karl E Nell speaking at SOL Foundation 15 mins ago pic.twitter.com/lTJHcYcjE6
— wow (@wow36932525) November 18, 2023
Esto vino acompañado de una diapositiva donde se detallaba el 1 de octubre de 2030 como la fecha plazo para completar la divulgación y establecer un «compromiso» directo con las «inteligencias no humanas» que pilotan los ovnis, marcando así «una nueva era interactiva de descubrimiento científico».
El militar retirado justificó su propuesta como un esfuerzo para «evitar una divulgación catastrófica», es decir, un lanzamiento caótico de revelaciones impactantes destinadas a sembrar discordia, ya sea por actores independientes o por alguno de los rivales extranjeros de Estados Unidos.
Cabe destacar que, en junio pasado, el coronel Nell apostó su propia reputación por el testimonio público de David Grusch, calificando al denunciante de «irreprochable» y respaldando sus acusaciones sobre un programa secreto multidecadal e ilegal de recuperación y explotación de restos de accidentes OVNI.
Otras declaraciones importantes durante el evento fueron hechas por el propio creador de la Fundación Sol, el Dr. Garry Nolan, cuyo laboratorio en Stanford alberga algunos de los equipos más precisos del mundo para medir la estructura atómica y molecular de muestras físicas.
Tal como detallamos hace unos días aquí en Mystery Planet, el Dr. Nolan afirmó haber hallado asombrosas anomalías en evidencia física OVNI proveniente de dos viejos incidentes, el de Ubatuba en Brasil y el de Socorro en Nuevo México.
Pero volviendo al tema principal de este artículo, no todos están de acuerdo con tomar tan a la ligera o meter la quinta marcha para lograr una desclasificación pública. Al menos no sin antes haber considerado las consecuencias. Uno de estos precavidos es Christopher Mellon, ex subsecretario adjunto de Defensa para Inteligencia en las administraciones de Clinton y George W. Bush, quien en los últimos años se ha involucrado en los esfuerzos de divulgación sobre los UAPs.
«Resulta difícil para mí imaginar a alguno de los políticos para los que he trabajado a lo largo de los años aprovechando esa oportunidad. La repentina e inesperada confirmación de la presencia de seres extraterrestres en la Tierra no solo perturbaría, sino que inevitablemente aterrorizaría a millones, si no miles de millones, de personas. ¿Y con qué propósito? ¿Qué posibilidad tendría como presidente de avanzar en otros temas vitales de su agenda, dada la agitación que resultaría? ¿Qué razón hay para creer que el efecto neto para la sociedad sería positivo en lugar de negativo?», escribió Mellon en un artículo de opinión publicado hoy.
«Estas son preguntas que deben abordar quienes defienden la divulgación de información que confirma la presencia extraterrestre en la Tierra. Tal información tiene el potencial de ser una verdadera caja de Pandora, por lo que es vital reflexionar cuidadosamente sobre esto antes de proceder», continuó.
«¿Y si la divulgación precipitara un cambio en el comportamiento de una civilización alienígena, dado que ya no tendrían incentivos para permanecer elusivos y clandestinos? ¿Cuál es el potencial de riesgo de que la divulgación provoque que algunos gobiernos reaccionen exageradamente, precipitando interacciones temerosas y agresivas? Si estos riesgos son significativos, ¿tiene sentido aún liberar información tan disruptiva?», concluyó Mellon.
Por MysteryPlanet.com.ar.
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