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El descubrimiento, realizado en la localidad de Allariz, en Galicia, ofrece una rara visión sobre las creencias espirituales y simbólicas de los romanos en torno a la naturaleza.
Simulaciones por computadora del espécimen de trilobite de Armea montado para su uso como adorno personal. Crédito: A. Fernández-Fernández et al.
Un hallazgo arqueológico realizado en el yacimiento romano de A Cibdá de Armea, en el noroeste de España, ha revelado una pieza única de la antigua Roma. Se trata de un fósil perteneciente a una especie de trilobite denominada Colpocoryphe, que vivió hace más de 400 millones de años.
Lo que hace a este fosil verdaderamente excepcional es la alteración humana observada en él. Investigadores han identificado siete facetas planas que han sido pulidas en la parte inferior. Estas marcas sugieren que el trilobite fue usado en contacto directo con la piel, posiblemente como un amuleto, colgante o incluso parte de un brazalete.
El Dr. Adolfo Fernández-Fernández, autor principal de un reciente estudio publicado en Archaeological and Anthropological Sciences, explicó que el fósil no es solo una rareza, sino un claro ejemplo de cómo las antiguas civilizaciones atribuían un profundo significado a los restos del pasado remoto de la Tierra.
Fotografías e interpretación de Colpocoryphe sp., el trilobite ordovícico encontrado en el yacimiento romano de Armea. Crédito: Crédito: A. Fernández-Fernández et al.
«Este objeto representa un poderoso ejemplo de cómo los romanos vinculaban los fósiles con creencias espirituales, convirtiéndolos en portadores de significados más allá de su valor material», destacó el arqueólogo.
El análisis geoclimático del objeto reveló que el trilobite provenía de las formaciones Toledanas o Ibor de la provincia de Toledo, a más de 430 kilómetros de distancia del yacimiento. Este dato sugiere que el fósil fue transportado deliberadamente a través de Hispania, bien como un objeto personal o mediante redes comerciales de la época.
Este fósil de trilobite se convierte en uno de los pocos encontrados en contextos arqueológicos a nivel mundial. En total, solo once fósiles de trilobites han sido recuperados en excavaciones arqueológicas alrededor del mundo, incluyendo sitios de la Edad Paleolítica en Francia, la Edad de Piedra en Sudáfrica, Escandinavia vikinga y América precolombina. Sin embargo, el fósil de Armea destaca por sus evidentes signos de modificación humana y su presencia en un contexto romano.
Ubicación esquemática del hallazgo de trilobite en el yacimiento romano de Armea. Crédito: Crédito: A. Fernández-Fernández et al.
El amuleto no solo amplía la cronología conocida sobre la interacción humana con los fósiles, sino que también revela cómo las culturas antiguas se relacionaban con los vestigios del pasado terrestre. Nos ofrece una rara perspectiva de cómo los romanos veían el mundo natural, no a través de la ciencia, sino mediante la simbología, la creencia y el significado personal.
Fuente: Greek Reporter. Edición: MP.
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