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La estructura de impacto conocida más grande del mundo podría yacer enterrada en lo profundo de Nueva Gales del Sur, Australia.
La estructura de Deniliquin, que aún no se ha estudiado minuciosamente por perforación, se extiende hasta 520 kilómetros de diámetro —algo que supera, para darnos una idea, el punto más ancho de la isla de Gran Bretaña de este a oeste—. Esto dejaría en segundo lugar a la estructura de impacto Vredefort de casi 300 km de ancho en Sudáfrica, que hasta la fecha ha sido considerada la más grande del mundo.
La historia del bombardeo de la Tierra por asteroides está en gran parte oculta. Hay algunas razones para esto. El primero es la erosión: el proceso por el cual la gravedad, el viento y el agua desgastan lentamente los materiales terrestres a través del tiempo.
Cuando un asteroide choca, crea un cráter con un núcleo elevado —similar a cómo una gota de agua salpica hacia arriba desde un cráter transitorio cuando se deja caer una piedra en una piscina—. Esta cúpula central levantada es una característica clave de las estructuras de gran impacto. Sin embargo, puede erosionarse durante miles o millones de años, lo que dificulta la identificación de la misma como tal.
Las estructuras también pueden ser enterradas por sedimentos a través del tiempo. O podrían desaparecer como resultado de la subducción, en la que las placas tectónicas pueden chocar y deslizarse una debajo de la otra hacia la capa del manto de la Tierra.
No obstante, los nuevos descubrimientos geofísicos están desenterrando firmas de estructuras de impacto formadas por asteroides que pueden haber alcanzado decenas de kilómetros de diámetro, lo que anuncia un cambio de paradigma en nuestra comprensión de cómo evolucionó nuestro planeta a lo largo de los eones. Estos incluyen hallazgos pioneros de «eyección» de impacto, que son los materiales arrojados fuera de un cráter durante un impacto.
Los investigadores creen que las capas más antiguas de estos materiales eyectados, que se encuentran en sedimentos en terrenos primitivos de todo el mundo, podrían significar el final del Bombardeo Intenso Tardío de la Tierra. La evidencia más reciente sugiere que la Tierra y los otros planetas del sistema solar estuvieron sujetos a intensos bombardeos de asteroides hasta hace unos 3.200 millones de años, y esporádicamente desde entonces.
Algunos grandes impactos están correlacionados con eventos de extinción masiva. Por ejemplo, la hipótesis de Álvarez —que lleva el nombre de padre e hijo, los científicos Luis y Walter Alvarez— explica cómo los dinosaurios no aviares fueron eliminados como resultado del impacto de un gran asteroide hace unos 66 millones de años.
El continente australiano y su continente predecesor, Gondwana, han sido objeto de numerosos impactos de asteroides. Estos han resultado en al menos 38 estructuras de impacto confirmadas y 43 potenciales, que van desde cráteres relativamente pequeños hasta estructuras grandes y completamente enterradas.
Entre 1995 y 2000, el investigador Tony Yeates sugirió que los patrones magnéticos debajo de la cuenca Murray en Nueva Gales del Sur probablemente representaban una estructura de impacto enterrada masiva. Un análisis de los datos geofísicos actualizados de la región entre 2015 y 2020 confirmó la existencia de una estructura de 520 km de diámetro con un domo sísmicamente definido en su centro.
La estructura Deniliquin tiene todas las características que se esperarían de una estructura de impacto a gran escala. Por ejemplo, las lecturas magnéticas del área revelan un patrón ondulado simétrico en la corteza alrededor del núcleo de la estructura. Esto probablemente se produjo durante el impacto, ya que las temperaturas extremadamente altas crearon intensas fuerzas magnéticas.
Una zona magnética baja central corresponde a una deformación de 30 km de profundidad sobre un domo de manto definido sísmicamente. La parte superior de este domo es aproximadamente 10 km menos profunda que la parte superior del manto regional.
Las mediciones magnéticas también muestran evidencia de «fallas radiales» —fracturas que se irradian desde el centro de una gran estructura de impacto—. Esto se acompaña además de pequeñas anomalías magnéticas que pueden representar «diques» ígneos, que son láminas de magma inyectadas en fracturas en un cuerpo de roca preexistente.
«Las fallas radiales y las capas ígneas de rocas que se forman dentro de ellas son típicas de las grandes estructuras de impacto y se pueden encontrar en la estructura de Vredefort y la estructura de impacto de Sudbury en Canadá», explicó Andrew Glikson, profesor adjunto de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) en Sídney.
«Actualmente, la mayor parte de la evidencia del impacto de Deniliquin se basa en datos geofísicos obtenidos de la superficie. Para la prueba del impacto, necesitaremos recopilar evidencia física del impacto, que solo puede provenir de perforar profundamente en la estructura», añadió.
La estructura de Deniliquin probablemente estaba ubicada en la parte este del continente de Gondwana, antes de que se dividiera en varios continentes —incluyendo Oceanía— mucho más tarde.
«El impacto que lo causó pudo haber ocurrido durante lo que se conoce como el evento de extinción masiva del Ordovícico tardío. Específicamente, creo que pudo haber desencadenado lo que se llama la etapa de glaciación de Hirnantian, que duró entre 445.2 y 443.8 millones de años, y también se define como el evento de extinción del Ordovícico-Silúrico», precisó Glikson.
Este gran evento de glaciación y extinción masiva eliminó alrededor del 85 % de las especies del planeta. Fue más del doble de la escala del impacto de Chicxulub que acabó con los dinosaurios.
«También es posible que la estructura de Deniliquin sea más antigua que el evento Hirnantian, y puede tener un origen Cámbrico temprano (hace unos 514 millones de años). El siguiente paso será recolectar muestras para determinar la edad exacta de la estructura. Esto requerirá perforar un agujero profundo en su centro magnético y fechar el material extraído», concluyó el profesor de la UNSW.
Fuente: The Conversation. Edición: MP.
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