Durante más de un siglo, uno de los primeros fósiles humanos descubiertos en España ha sido considerado un neandertal. Sin embargo, un nuevo análisis desmantela esta interpretación, demostrando que este fósil no es un neandertal; más bien, en realidad puede representar la presencia más temprana de Homo sapiens jamás documentada en Europa.

La mandíbula de Banyoles. Crédito: Grün et al., J. Hum. Evol., 2006)

En 1887, se descubrió una mandíbula fósil durante las actividades de extracción en la ciudad de Banyoles, España. Data probablemente de hace aproximadamente 45.000-65.000 años, en un momento en que Europa estaba ocupada por los neandertales, y la mayoría de los investigadores generalmente lo han relacionado con esta especie.

«La mandíbula ha sido estudiada a lo largo del siglo pasado y durante mucho tiempo se consideró que era un neandertal en función de su edad y ubicación, y el hecho de que carece de una de las características de diagnóstico del Homo sapiens: una barbilla», explicó Brian Keeling de la Universidad de Binghamton.

El nuevo estudio hecho por Keeling y sus colegas se basó en técnicas virtuales, incluida la tomografía computarizada del fósil original. Esto se usó para reconstruir virtualmente las partes faltantes del fósil y luego generar un modelo 3D para analizarlo en la computadora.

Los autores estudiaron las expresiones de rasgos distintivos en la mandíbula de Banyoles que son diferentes entre nuestra propia especie, el Homo sapiens, y los neandertales, nuestros primos evolutivos más cercanos.

La metodología aplicada es conocida como «morfometría geométrica tridimensional», la cual analiza las propiedades geométricas de la forma del hueso. Esto permite comparar directamente la forma general de Banyoles con los neandertales y el H. sapiens.

«Nuestros resultados encontraron algo bastante sorprendente: Banyoles no compartía rasgos distintivos de los neandertales y no se superponía con los neandertales en su forma general», dijo Keeling.

Si bien Banyoles parecía encajar mejor con el Homo sapiens tanto en la expresión de sus características individuales como en su forma general, muchas de estas características también se comparten con especies humanas anteriores, lo que complica una asignación inmediata a Homo sapiens. Además, Banyoles carece de mentón, uno de los rasgos más característicos de las mandíbulas de los humanos modernos.

«Nos enfrentamos a resultados que nos decían que Banyoles no es un neandertal, pero el hecho de que no tiene barbilla nos hizo pensar dos veces antes de asignarlo a Homo sapiens», contó Rolf Quam, profesor de antropología en la Universidad de Binghamton. «La presencia de un mentón se ha considerado durante mucho tiempo un sello distintivo de nuestra propia especie».

Ante esto, llegar a un consenso científico sobre qué especie representa Banyoles es un reto.

Reconstrucción en 3D de la mandíbula de Banyoles. La pieza resaltada en azul indica un elemento reflejado. Izquierda: vista lateral de la mandíbula durante el proceso de alineación. Centro: vista lateral tras unir las dos piezas. Derecha: vista superior después de la reconstrucción. Crédito: Brian Keeling.

Los autores también compararon el fósil con una mandíbula temprana de Homo sapiens de un sitio llamado Peştera cu Oase en Rumania. A diferencia de Banyoles, esta mandíbula muestra un mentón completo junto con algunas características de neandertal, y un análisis de ADN antiguo ha revelado que este individuo tuvo un antepasado de neandertal hace cuatro a seis generaciones. Dado que la mandíbula de Banyoles no compartía características distintivas con los neandertales, los investigadores descartaron la posibilidad de una mezcla entre neandertales y H. sapiens para explicar su anatomía.

En cambio, señalaron que algunos de los primeros fósiles de Homo sapiens de África —anteriores a Banyoles en más de 100.000 años— muestran barbillas menos pronunciadas que en las poblaciones vivas.

Así, estos científicos desarrollaron dos posibilidades de lo que puede representar la mandíbula de Banyoles: un miembro de una población previamente desconocida de Homo sapiens que coexistió con los neandertales; o un híbrido entre un miembro de este grupo Homo sapiens y una especie humana no identificada no neandertal.

Sin embargo, en la época de Banyoles, los únicos fósiles recuperados en Europa son los neandertales, lo que hace menos probable esta última hipótesis.

«Si Banyoles es realmente un miembro de nuestra especie, este humano prehistórico representaría el H. sapiens más antiguo jamás documentado en Europa», afirmó Keeling.

Cualquiera que sea la especie a la que pertenezca esta mandíbula, Banyoles claramente no es un neandertal en un momento en que se creía que estos macizos primos nuestros eran los únicos ocupantes de Europa.

Los autores concluyen que «la situación actual convierte a Banyoles en un candidato principal para análisis proteómicos o de ADN antiguo, lo que puede arrojar luz adicional sobre sus afinidades taxonómicas».

El próximo paso será hacer que la tomografía computarizada y el modelo 3D de Banyoles estén disponibles para que otros investigadores puedan acceder libremente e incluirlos en futuros estudios comparativos, promoviendo el acceso abierto a los especímenes fósiles y la reproducibilidad de los estudios científicos.

Fuente: Binghamton. Edición: MP.

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