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El fundador de SpaceX ha desvelado, en un congreso de astronáutica en Guadalajara, México, sus planes para que el ser humano colonice el planeta rojo.
Desde su creación, Elon Musk siempre ha dicho que el fin de SpaceX era desarrollar la tecnología necesaria para permitir que el ser humano fuera capaz de colonizar otro planeta. En concreto, Marte. Hoy, más de 14 años después de su fundación, Musk ha revelado los detalles que permitirán que el hombre se asiente en otro planeta, más allá de los confines de la Tierra.
El anuncio se ha producido en el IAC (Congreso Internacional de Astronáutica, por sus siglas en inglés) que se celebra en Guadalajara, México. Musk ha protagonizado una charla en la que ha detallado ese plan que, por ejemplo, la NASA recela de hacer público. Y todo pasa por construir un cohete grande. Muy grande. Tanto, que su diámetro supera al del Saturno V, encargado de llevar al hombre a la Luna, y también al futuro SLS con el que la NASA pretende viajar al planeta rojo.
Para hacerse una idea, basta con echar un ojo al diámetro del lanzador. Tendrá 12 metros, según la información especificada por el propio Musk en Twitter. El Saturno V tenía 10 metros mientras que el SLS tendrá 8,4. ¿Su altura? 122 metros, incluida la nave que transportará a los colonos del futuro.
Hasta 100 personas podrán viajar en cada misión aunque el líder de SpaceX espera aumentar esa cifra a 200 para reducir los costes: «En cien años tendremos la gente necesaria para que sean una comunidad sostenible». Los 42 motores Raptor, que SpaceX ha probado recientemente, completan la receta.
Musk lo tiene claro. Quiere que vayamos a Marte y quiere que lo hagamos en esta generación. «Debemos convertirnos en una civilización multiplanetaria si no queremos extinguirnos en la Tierra», ha asegurado. Y para convertirse en una civilización «multiplanetaria», el primer paso es construir una ciudad en Marte, un lugar que tiene las condiciones para lograr establecer una colonia.
Pero uno de los problemas a los que se enfrentan esos pioneros es el coste asociado a esa misión. Según Musk, con la tecnología convencional, colocar a un humano en Marte costaría unos 10.000 millones de dólares. «Necesitamos que ese coste sea el de una hipoteca media en Estados Unidos, alrededor de 200.000 dólares», ha afirmado.
«No va a ser fácil», asegura Musk. Las claves son la reusabilidad, el repostaje en órbita, producir combustibles en Marte y escoger los combustibles adecuados para ello. La reusabilidad es la más complicada, en opinión de Musk, pero es básica para reducir los costes de desarrollo y de los lanzamientos. Unos lanzamientos que serán múltiples en cada expedición, ya que es más barato lanzar varias naves y ensamblarlas en órbita que hacerlo en una sóla maniobra. Una transportaría personas mientras que la segunda contendría el combustible que se transferiría a la primera antes de regresar a la Tierra para la siguiente misión. «Podría ser parecido a Battlestar Galactica», ha bromeado.
Respecto a la creación de combustibles en Marte, Musk ha sido claro: llevar esos materiales desde la Tierra multiplicaría la carga del lanzador, lo que en última instancia encarecería ese coste por persona que pretende dejar en 200.000 dólares. ¿Y cuál es el material más indicado para conseguirlo? El metano es mucho más adecuado que el keroseno o el hidrógeno.
Más allá de lo ambicioso del plan de Musk, llama la atención la cantidad de detalles que el fundador de la compañía ha detallado a los asistentes de la charla en Guadalajara.
Musk ha repasado detalles relativos al escudo térmico de la nave, los motores con los que contará, la generación de combustible o las cargas que tiene previsto colocar en órbita y transportar hasta el planeta rojo. Según Musk, su plan permitirá llevar a las colonias de pioneros entre 90 y 150 días y cree que, con el tiempo, se podrá rebajar el tiempo y hacer el viaje en un mes.
Musk ha dejado claro que, aunque SpaceX es una compañía capaz de desarrollar algunas de las tecnologías necesarias para el viaje, va a ser necesario un consorcio público y privado para llevar adelante sus planes.
Unos planes que se concretarán, si todo sigue la hoja de ruta prevista por la compañía, en 2023. Pero antes de comenzar a ahorrar, Musk ha dejado claro que ese calendario será muy volátil. Basta con ver los obstáculos que SpaceX se ha encontrado por el camino para dar por hecho que habrá retrasos en el plan para colonizar el planeta vecino. «Si todo sale muy bien, los primeros viajes podrían ocurrir en una década, pero no estamos seguros. Lo haremos lo mejor que podamos», ha afirmado.
¿Estará Musk entre esos pioneros? El fundador de SpaceX no ha ocultado su miedo a perecer en una misión tan peligrosa sin dejar atado el futuro de la firma. «Sería una pena que los accionistas se hicieran cargo de la compañía y la explotaran para maximizar beneficios en lugar de para colonizar Marte», ha concluido.
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3 comentarios@maika: Marte ya está destruido. En todo caso, la difícil misión de los colonizadores será volverlo a la vida (terraformación).
ResponderEs demasiado monstruoso todo, tanto que parece de sci fi... Pero sin riesgos no hay proyectos realizables, y estos proyectos son lo que hacen a Elon Musk un visionario, quizás lo tilden de loco e incoherente, pero así llamaron a Julio Verne y muchos otros. Hoy en día tenemos la tecnología, no me digan que no!!!!, el tema es como en todo, es culpa del DINERO!
Le deseo toda la suerte del mundo porque en la tierra ya somos demasiados y para un lugar debemos ir...
19:17
todo se basa al coste una utopia no se construlle de la noche a la mañana pero si colonisamos seguro sera para llevar la misma destruccion de nuestro mundo a otros
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