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Es casi imposible imaginar el terror que los hombres mesoamericanos debieron sentir en los momentos previos a ser sacrificados por los rimbombantes sacerdotes aztecas. De acuerdo a los expertos, un escalofriante sonido pudo acompañar estas prácticas rituales, emitido desde silbatos con forma de calavera.
El sonido de los llamados silbatos de la muerte se asemeja al grito de humanos sufriendo de dolor, espeluznantes soplidos del viento o «el grito de mil cuerpos».
Descubiertos hace unas décadas, los silbatos llamaron la atención de los arqueólogos debido a su peculiar forma de calavera. Sin embargo, el estudio del sonido emitido por estos artefactos no ha sido investigado minuciosamente todavía. Mientras algunos estudiosos creen que los aztecas los utilizaron para guiar las almas de los muertos al otro mundo durante los sacrificios humanos, otros piensan que su función principal se desarrolló en el campo de batalla donde los guerreros los sonaban para provocar pavor en sus enemigos. En cuanto a la última explicación, solo basta con imaginar el efecto psicológico que generaría escuchar juntos cien de estos silbatos antes de iniciar una encarnizada batalla (como explica el músico Quijas Yxayotl en el siguiente video):
Roberto Velázquez Cabrera, un ingeniero de 66 años que reside en México, ha pasado años tratando de reconstruir los instrumentos de los ancestrales aztecas para examinar los sonidos que producen y su relación con el viento.
«Los silbatos se asocian a rituales de muerte no solo por su forma de calavera, sino también por dos muestras encontradas por los arqueólogos en manos del esqueleto de un hombre sacrificado en frente del templo del dios del viento Ehecatl en Tlatelolco», explica Cabrera en un artículo. El hallazgo sugiere que los silbatos estaban relacionados intrínsecamente con Ehecatl y el «Viento de Mictlantecutli» (muerte).
Cuando el «sonido de la muerte» emitido por el silbato —que data entre el 1250 y 1380— fue analizado, se detectó que la frecuencia más fuerte caía dentro del rango de audición humano, que es de 1KHz a 6KHz, sumando puntos a la teoría que indica fueron diseñados para ser utilizados en ceremonias e intimidar a tribus rivales.
Asimismo, los arqueólogos descubrieron que existían diferentes tipos de silbatos que servían a diversos propósitos cada uno de acuerdo al material con el que eran fabricados por los aztecas (arcilla, plumas, caña de azúcar, e incluso piel de sapo). Por ejemplo, las conchas marinas eran utilizadas para dar inicio a ceremonias, mientras que los cazadores utilizaban instrumentos con forma de animales para atraer con sonidos a sus presas.
Pero los sonidos no fueron todos escalofriantes o con destino de muerte, algunos piensan que los antiguos doctores aztecas experimentaron con el sonido para curar enfermedades también.
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2 comentariosde hecho que las legiones romanas no se hubiesen asustado ante ello
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18:23
Excelente artículo de principio a fin (dos artículos). El sonido del silvato..., realmente estremecedor. Imagino lo impresionante que debe haber sido sentir muchos juntos!. Aquí se explica, como verdadera, la película(no recuerdo el nombre,caramba!!!), que muestra la acción del sacrificio que hacían de sus enemigos. Brrrrrrrr!!. María Inés Bruccolleri Rennella
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