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Los secretos gubernamentales y militares van desde lo aterrador hasta lo absurdo, aunque la mayoría de ellos son todo menos aburridos. Desde un platillo volador supersónico para combatir a los soviéticos hasta el programa que dio origen a las primeras bombas atómicas. Estos son siete secretos militares y de la CIA que han sido desclasificados al público.
Fue una iniciativa imponente de la fuerza militar norteamericana. En 2012, la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) reveló diagramas y bocetos del «PROYECTO 1794». Lo que se buscaba era construir un plato volador para patrullar los cielos y derrumbar los bombarderos soviéticos.
En un memo de 1956, se explicita que se esperaba que la nave llegara «a velocidades máximas de Mach 3 y Mach 4, a una altura de unos 100 mil pies y un rango máximo que alcanzara unas mil millas náuticas».
Los ingenieros que trabajaron en el proyecto llegaron sólo a las bases iniciales del desarrollo del producto y habían alcanzado a diseñar el prototipo cuando abandonaron sus esfuerzos. ¿El motivo? Nunca lograron alcanzar los 100 mil pies de altura. De hecho, no superaron los 5 pies desde el suelo (1 metro y medio). Además, luego de pruebas efectuadas en diciembre de 1961, se concluyó que el diseño de plato volador era aerodinámicamente inestable y hubiera sido incontrolable a grandes velocidades.
Muchos esgrimen que la forma del objeto no era casualidad, sino que, de tener éxito, hubiera servido para encubrir la gran cantidad de avistamientos ovni que se dieron a mitad del siglo pasado, arguyendo que en realidad eran prototipos propios que debían mantenerse en secreto en su fase de prueba por cuestiones de seguridad nacional.
En 1959, los militares estadounidenses se embarcaron en una misión secreta para construir una base para lanzamientos de misiles nucleares bajo el hielo de Groenlandia. El objetivo, tener a tiro potenciales blancos soviéticos.
El nombre código del programa fue Proyecto Iceworm, aunque en aquel entonces se encubrió mediante otro llamado Camp Century, el cual se vendía como «el proyecto del hombre por construir una ciudad bajo el hielo, una oportunidad única para dominar los secretos de la supervivencia en el Ártico». Bajo ese pretexto, los ingenieros construyeron una serie de edificios subterráneos y túneles, incluyendo cuarteles, una cocina, laboratorios, un centro de comunicaciones y un reactor nuclear.
La base, que fue mantenida en secreto con complicidad del gobierno de Dinamarca, fue abandonada en 1966, luego que el hielo cambiante creara condiciones inestables para su habitabilidad. Hoy en día, los residuos radioactivos, químicos y biológicos enterrados allí, amenazan con aflorar producto del calentamiento global.
Durante la Guerra Fría, la CIA inició MK-ULTRA, un programa secreto e ilegal diseñado y ejecutado por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) para la experimentación en seres humanos. Los operadores del proyecto utilizaron diversas metodologías para manipular el estado mental de los sujetos de prueba, como la alteración de sus funciones cerebrales con la administración de drogas como LSD y otros productos químicos, la hipnosis, la privación sensorial, el aislamiento, diversas formas de tortura, y abusos verbales y sexuales.
Algunos historiadores sugieren que MK-ULTRA fue diseñado para desarrollar un sistema de control mental que podría ser usado para programar los cerebros de individuos inocentes y convertirlos en asesinos a la orden. En este contexto, se ha llegado a afirmar que los asesinatos de personajes influyentes como Robert F. Kennedy (1968) y John Lennon (1980) son ejemplos a citar.
El proyecto atrajo la atención de la opinión pública en 1975, cuando el Comité Church del Congreso de Estados Unidos, que investigaba los abusos cometidos por los servicios de inteligencia en las décadas precedentes, y la Comisión Gerald Ford, investigaron las actividades de la CIA dentro de Estados Unidos. Sus esfuerzos se vieron obstaculizados por el Director de la CIA, Richard Helms, que ordenó destruir todos los documentos sobre MK-Ultra. Las investigaciones del Comité Church y la Comisión Rockefeller se tuvieron que basar en los testimonios jurados de participantes directos y en el pequeño número de documentos que sobrevivieron a los intentos de destrucción.
En 1977, una solicitud a la Ley por la Libertad de la Información (FOIA) permitió descubrir un fondo con 20.000 documentos relacionados con MK-Ultra, que condujo a nuevas audiencias en el Senado ese mismo año. En julio de 2001, algunos restos residuales de información sobre MK-Ultra que aún eran secretos, fueron desclasificados.
Irónicamente, esta instalación (ex)secreta situada en el desierto cerca de Groom Lake, Nevada, es la más conocida de todas.
En 1989, un tal Bob Lazar afirmó haber trabajado en ingeniería inversa aplicada a tecnología extraterrestre —recuperada de incidentes como el de Roswell— en la instalación secreta llamada S-4, la cual fue construida al sur del sitio principal del Área 51. En aquel entonces, alegó que fue despedido del lugar luego que descubrieran cómo él estaba filtrando información a sus amigos e informándoles sobre las mejores zonas desde las cuales poder observar vuelos de prueba de naves propulsadas con la tecnología extraterrestre en la cual trabajaba para intentar replicar.
En agosto de 2013, y luego de haber negado su existencia por años, la CIA finalmente desclasificó y reconoció la existencia del Área 51. Desde luego, nada de lo «desclasificado» hablaba de extraterrestres. Se admitió que la base secreta había sido utilizada para probar una variedad de aviones espía, incluyendo el famoso U-2.
El Área 51 ha estado presente en el argumento de varias series de televisión, películas de cine e incluso videojuegos.
En una época cuando las oleadas de ovnis estaban en su época dorada, la meta de Grudge (1949–1952) fue determinar si tales objetos representaban una amenaza potencial para la seguridad nacional. Se recogieron, analizaron y archivaron miles de informes ovni. Y, a pesar que este ha sido el último proyecto de la USAF relacionado con ovnis que se haya hecho público hasta ahora, se sospecha que las investigaciones continuaron en secreto.
Asimismo, los críticos del Proyecto Grudge afirman que el programa fue creado para debunkear los reportes de ovnis en vez de esclarecerlos científicamente. En su libro sobre el tema, Edward J. Ruppelt, capitán de la USAF y director del proyecto, dice: «No hace falta mucho para darse cuenta que no se siguieron los procedimientos de inteligencia estándar para analizar los viejos archivos ovni. Todo fue evaluado con la premisa que no era posible que existieran los ovnis, sin importar lo que los testigos hubieran visto».
Esto último también fue denunciado por Josef Allen Hynek, quien participó como asesor científico del Proyecto Grudge y su sucesor, el Blue Book: «Les ordenaban no alterar al público, no echar leña al fuego… Donde sea que un caso explicable ocurriese —que eran muy pocos— ellos extrapolaban su cualidad de mundano a todo el fenómeno, difundiéndolo en los medios… Para los casos que eran muy difíciles de explicar, hacían malabares para mantenerlos alejados de los medios. Tenían un trabajo que hacer, correcta o incorrectamente, para mantener al público calmado».
La Operación Paperclip (1946) fue el nombre en clave de la operación realizada por el Servicio de Inteligencia y Militar de los Estados Unidos para extraer de Alemania científicos nazis especializados en las llamadas Armas Maravillosas del Tercer Reich, como cohetes, armas químicas y experimentación médica después del colapso del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
El recluta más célebre fue el ingeniero aeroespacial Wernher von Braun, quien se convertiría en la mente maestra de las misiones Apolo de la NASA.
El Proyecto Manhattan fue el nombre en clave de un proyecto científico llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial por los Estados Unidos con ayuda del Reino Unido y Canadá. El objetivo final del proyecto era el desarrollo de la primera bomba atómica antes de que la Alemania nazi la consiguiera. La investigación científica fue dirigida por el físico Julius Robert Oppenheimer mientras que la seguridad y las operaciones militares corrían a cargo del general Leslie Richard Groves. El proyecto se llevó a cabo en numerosos centros de investigación siendo el más importante de ellos el Distrito de Ingeniería Manhattan situado en el lugar conocido actualmente como Laboratorio Nacional de Los Álamos.
El primer ensayo atómico exitoso ocurrió en el desierto de Alamogordo, en Nuevo México el 16 de julio de 1945. El test se llamó Trinity y el dispositivo detonado se denominó con nombre en clave Gadget. Se trataba de una bomba-A de plutonio del tipo Fat Man, el mismo tipo de bomba que sería lanzada sobre Nagasaki días después, el 9 de agosto de 1945. En la actualidad este lugar está marcado por un monolito cónico negro de silicio resultado de la fusión de la arena bajo el efecto del calor.
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2 comentarios@esther nouel: nunca nada nos quedara claro..los que pierden la batalla tienen una historia diferente de los sucesos a los que ganaron la guerra.- asi en todas las tematicas -bien dijo el sabio., cuanto mas se me doy cuenta que no se nada.
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14:16
Tarde o temprano todo llega a saberse de eso se encarga el mundo invisible
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