Una versión del siglo XXI del experimento de Benjamín Franklin con el cometa y la llave.

Científicos en Japón logran inducir rayos con drones por primera vez en la historia

Crédito: NTT.

Científicos de Japón lograron provocar un rayo utilizando un dron, marcando un hito mundial en la investigación climática y la gestión de tormentas eléctricas. El experimento fue llevado a cabo por la empresa de telecomunicaciones Nippon Telegraph and Telephone Corporation (NTT), que busca mitigar los daños causados por tormentas intensas, responsables de pérdidas anuales de hasta 200 mil millones de yenes (aproximadamente 1.400 millones de dólares).

La serie de pruebas se realizó entre diciembre de 2024 y enero de 2025 en la ciudad montañosa de Hamada, ubicada a unos 100 kilómetros al norte de Hiroshima. A una altitud de unos 900 metros, los ingenieros enfrentaron dos desafíos clave: desarrollar un sistema que pudiera resistir la descarga de un rayo, y al mismo tiempo, encontrar la forma de generar uno de manera controlada.

Para resolver el primero, el equipo diseñó una jaula conductora capaz de desviar la energía del rayo lejos de los componentes internos del dron. Esta estructura no fue creada para un dron especial, sino para adaptarse a modelos comerciales ya existentes. En pruebas de laboratorio, la jaula soportó corrientes de hasta 150 kiloamperios, cinco veces más que un rayo común, sin afectar el funcionamiento del dron.

La energía de los rayos

El segundo reto fue aún más complejo: ¿cómo inducir un rayo? La solución consistió en atar el dron al suelo con un cable conductor y, al detectar un aumento en el campo eléctrico —señal de una tormenta inminente—, activar un interruptor de alta tensión que alteró el campo eléctrico alrededor del dron. Este cambio provocó la descarga del rayo en las cercanías del dispositivo.

El momento clave ocurrió el 13 de diciembre de 2024, cuando un instrumento especializado detectó una intensificación del campo eléctrico en la atmósfera. El equipo activó el sistema, enviando 2.000 voltios a través del cable, y poco después, se registró un impacto de rayo cercano al dron.

Además de la protección de infraestructuras críticas y zonas pobladas, los investigadores ven un potencial aún mayor: la posibilidad de capturar y almacenar la energía de los rayos. «Nuestro objetivo no es solo controlar los rayos, sino también aprovechar su energía», afirmó NTT en un comunicado.

¿Lograrán algún día almacenar los 1.21 gigowatts necesarios para un viaje en el tiempo?

Fuente: NTT/PM. Edición: MP.

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